La lluvia es fuerte, un grupo de personas están a bordo de una lancha. Las olas comienzan a azotar fuerte. Todos gritan asustados, y el único pensamiento que predomina es la muerte.
El miedo es un pasajero, y provoca voces en el interior —!No eres lo suficiente bueno! , !ríndete, a nadie le importas!, !nunca debiste tomar este camino! —, y las voces se repiten a gritos—, y entre mas las intentas callar; surgen de todos lados y tú estás sin poder ver un enemigo visible, y lo único que deseas es que todo acabe.
Esta es una historia de ficción, pero quizás en algún momento hemos pasado por tormentas que nos han herido o lastimado. Hay una historia en la Biblia sobre Jesús calmando la tempestad; Mateo 8:23-27 (RVA-2015)
23 Él entró en la barca, y sus discípulos lo siguieron. 24 Y de repente se levantó una tempestad tan grande en el mar que las olas cubrían la barca, pero él dormía. 25 Y acercándose, lo despertaron diciendo:
—¡Señor, sálvanos, que perecemos!
26 Y él les dijo:
—¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?
Entonces se levantó y reprendió a los vientos y al mar, y se hizo grande bonanza. 27 Los hombres se maravillaron y decían:
—¿Qué clase de hombre es este, que hasta los vientos y el mar le obedecen?
***En el momento de una turbulencia mental o física, le animo a confiar en Jesús, creo fielmente que él siempre está dispuesto a extender su mano para salvarnos, y le recomiendo que permita que él sea el capitán de su vida.
Dios le bendiga
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Mi Día con Dios
EspiritualFuimos escogidos por Dios antes de nacer, y aunque nosotros le fallamos, Él siempre nos ama y nos recibe con los brazos extendidos. Ser cristiano va más allá de ir a una iglesia o cumplir con un conjunto de normas religiosas. Me gustaría invitarte...