En la cárcel

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Ingresar como reo a una cárcel quizás sea una experiencia que pocos cristianos han pasado. En este preciso instante hay personas privadas de libertad. En algunos países hay personas detenidas por su fe en Dios. También hay Migrantes en centros de detención.

Continuando con la historia del joven José. En una ocasión que Potifar no se encontraba en casa, la esposa de Potifar llamo a Josè a su habitación, y le pidió que se acostara con ella, él se negó porque tenía temor a Dios. Ella le quitó la ropa a la fuerza, y José salió corriendo. La mujer gritó diciendo que José quería abusar de ella.

José es puesto en la cárcel.

21 Mas el Señor estaba con José y le extendió su misericordia, y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel. 22 Y el jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel, y de todo lo que allí se hacía él era responsable.

Génesis 39;21,22 (LBLA)

José fue a la cárcel por un hecho que no cometió, algo muy importante es que Dios siempre estaba con él. Afrontar una tentación siempre es difícil, a veces es mejor alejarnos; tengamos en cuenta que Dios está para ayudarnos.

Hay otras maneras de estar prisioneros, quizás sea de una adicción, o un vicio, de una relación de amistad tóxica, del temor, de la ansiedad o cualquier situación que limita cumplir el propósito de Dios en su vida. Pero si usted ya aceptó a Jesùs en su corazón, él le ha dado libertad.

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Gàlatas 4:1

Hay personas que están detenidas físicamente dentro de una celda, pero ahí han encontrado la salvación, alaban a Dios, y él les ha dado la libertad espiritual.

Le pido de favor que cuando pueda en su oración a Dios, ponga una palabra por las personas que están detenidas, y si usted tiene la oportunidad de visitar a un privado de libertad, le motivó hacerlo. Entiendo que a veces hay muchas complicaciones, pero si Dios le abre una puerta, ¡adelante!.

Que Dios le bendiga. 

Mi Día con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora