Se Valiente

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Si un guerrero es llamado a combate, sabe que debe vestir el traje de protección y ataque. Espiritualmente también fuimos dotados con un equipo de combate. La guerra no es contra personas sino contra el enemigo invisible(Efesios 6:12).

Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas

Josué 1:9

Es claro que un guerrero necesita entrenamiento, ahí desarrolla las mejores habilidades para sobrevivir y ganar la batalla.

Un guerrero no elige las batallas, él obedece y afronta. Mantenerse en el batallón es alentador, pero sucede que a veces el capitán decide cambiar la estrategia y los divide en grupos.

El enemigo ataca fuerte e hiere a guerreros; quienes son trasladados al hospital. Pero usted que lee, es uno de los que sigue en pie, y siente desfallecer, sabe que los ataques vienen de nuevo y los golpes van a ser fuertes. Desea escuchar que autoricen la retirada pero no sucede, el Capitán le dice —"sea valiente y esfuerzate".

El capitán sabe que usted tiene temor, le recuerda que Él va estar todo los días hasta el fin del mundo. El guerrero retoma la compostura. En cada ataque aprende algo nuevo. Las heridas, depende de la gravedad, tardan en sanar, y con el tiempo se vuelven cicatrices.

La mayoría afrontamos luchas a diario, algunas tienen que ver con el carácter; como actuamos o respondemos ante un ataque, de un familiar, un conocido, o a nuestros enemigos (prójimo).

Quizás algunos estén siendo víctimas de bullying; se burlen por el físico o por el hecho de no ser como ellos !"Recuerda que eres un hijo de Dios, y vales su sangre"!

Tal vez la lucha sea contra recuerdos, de maltratos físicos y psicológicos en la infancia, o el abandono de uno de tus familiares.

Podría seguir enumerando las diferentes luchas, pero usted guerrero y guerrera de Dios, no olvide que Dios es el Capitán y Él le escogió porque le amó, y no le va dar una carga que usted no soporte (1 Corintios 10:13).

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.

2 Timoteo 1:7

Dios le bendiga

Mi Día con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora