Un corazón limpio

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Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,

y renueva la firmeza de mi espíritu.

Salmos 51:10

El rey David en el Salmos 51, expresa a Dios, la necesidad de recibir perdón, y tener un corazón más agradable.

En la Biblia encontramos muchas veces la palabra corazòn, y no solo se refiere al órgano; abarca emociones, sentimientos, intelecto y actitudes.

18 Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias
Mateo 15:18-19

Otro versículo nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12.34); para darnos cuenta que hay en nuestro corazón, podemos hacer el ejercicio de reflexionar al final del día,

¿Qué tema de conversación fue el más relevante?

En nuestra vida, tenemos diferentes ocupaciones, y preocupaciones. Pero es muy importante que nos detengamos y meditemos en nuestra relación con Dios.

Quienes ya practican una relación más personal con el Espíritu Santo, podrán notar que cuando se va en dirección al pecado, hay señales de advertencia que avisan ¡peligro! Si no hacemos caso, nuestra vida se va ir enfriando y sufriremos las consecuencias.

Posiblemente a la mayoría nos ha tocado vivir situaciones difíciles, o circunstancias que no comprendemos. En medio del dolor, se puede buscar respuestas; a las cuales a veces solo se encuentra un silencio. Existe una alternativa mucho mejor y es decidir entregarle tu corazón a Dios. Podrías pensar que no tienes nada que ofrecer, pero Dios te acepta como estas, y desea que su voluntad se cumpla en tu vida.

El sacrificio que te agrada

es un espíritu quebrantado;

tú, oh Dios, no desprecias

al corazón quebrantado y arrepentido.

Salmos 51:17

Dios le bendiga


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