Sufriendo por hacer el bien

4 1 0
                                    

Si existe alguien en la historia que sufrió sin merecerlo es nuestro Señor Jesús, entrego su vida como sacrificio para el perdón de nuestros pecados. Murió en una cruz sin haber cometido pecado, Él decidió cargar con el peso del pecado de la humanidad, y de esa manera nosotros podemos ser llamados Hijos de Dios. La tumba no detuvo a Jesús, Él resucitó al tercer día.

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. 9 No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.
1 Pedro 3: 8-9

Actualmente quizás las dificultades que pasamos como Cristianos no son tan terribles como sufrió la Iglesia primitiva, o como pasan en algunos países donde está prohibido predicar el evangelio.

Como Cristianos no solo somos llamados a estar encerrados en un templo físico o estar en una oficina y desde ahí criticar y cuestionar todo; también debemos ensuciarnos las manos, ir donde están las ovejas perdidas y sucias por el pecado; debo admitir que no salgo a evangelizar y el Espíritu Santo me lo hace saber, pero se que un día saldré no por mis fuerzas sino con las de Él.

13 Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien? 14 ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar». 15 Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16 Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus calumnias. 17 Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.
1 Pedro 3: 13-17

Como Cristianos no vamos agradar a todos, algunos nos van odiar, buscarán desprestigiarnos, acusarnos de algún delito, pero eso no debe desanimarnos, podría ser una señal que vamos por buen camino.

Le animo que mantenga su mirada puesta en Jesús; fundamente su fe en Él. Las personas nos van a fallar, las religiones seguirán debatiendo temas teológicos que desde hace décadas no se ponen de acuerdo; pero ninguna denominación puede salvarnos solo Cristo.

Dios le bendiga 

Mi Día con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora