Mi Día con Dios

El Deseo de actuar

En Cristo nosotros formamos un cuerpo, somos su Iglesia. Como en toda familia siempre habrá diferencias, pero eso no debe hacernos apartarnos, es necesario que aprendamos y nos instruyamos en su palabra. 

Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, 2 llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. 3 No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. 4 Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.
Filipenses 2:1-4

Es necesario que como cristianos evangélicos nos mantengamos unidos, que cuidemos y sirvamos, también que prediquemos el mensaje de la buenas nuevas de salvación de Cristo. 

12 Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a cabo su salvación con temor y temblor, 13 pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.
Filipenses 2:12-13

El deseo de actuar, es Dios quien lo produce en nosotros. Debemos cada día comportarnos como verdaderos hijos de Dios, cuidar la salvación. 

Cuando somos motivados a servir debemos obedecer y hacer todo de buena voluntad, no esperar la aprobación humana (aplausos) si no la aprobación de Dios. Cuando trabajamos para el Señor sentimos paz, gozo, amor y es una bendición. No necesitamos esperar que nos den oficialmente un cargo, o que nos impongan manos, Dios todopoderoso ya nos ha dado un llamado y ha depositado dones en nosotros; habilidades especiales. 

En este mundo que vivimos, la cultura nos motiva a pensar de manera egoísta, pero como Cristianos tenemos otra cultura y es la del reino de Dios, debemos seguir los pasos de Jesús, 

Dios le bendiga