𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)

──𝟎𝟎𝟓

5. ¿CITA O TITANES?

Definitivamente no me arrepentía de haberle dicho a Reiner que tendríamos una cita si Eren lograba dominar el equipo de maniobras. Hoy era nuestra graduación, y gracias a nuestro esfuerzo, ambos habíamos quedado entre los diez mejores, y lo más importante es que tendríamos nuestra cita, bueno, la quinta que hemos tenido en estos cinco meses.

Este día era libre para nosotros, pero algunos se habían ofrecido para ayudar a limpiar los cañones en la muralla, y arreglar algunos puntos de la muralla en donde la piedra se había desprendido. Entre ellos estaban algunos de nuestros amigos, Sasha, Connie, Armin, Mikasa y mi hermano, al cual no le había agradado que tuviera una cita con Reiner.

El rubio llegó con un pequeño ramo de claveles rojos en sus manos y hasta se había peinado para parecer más o menos presentable para mí. Como yo no tenía ropa para citas, me puse una camisa rosa y una falda larga blanca que combinaba perfecto para el calor que hacía en las mañanas últimamente. Sonreí al verlo, él hizo lo mismo y se acercó corriendo hacia mí.

──Estás hermosa. ──dijo sonriéndome.

──Tú no. ──dije bromeando, para luego acercarme y darle un pequeñito y rápido beso en sus labios. ──Es broma, ¡te peinaste! Realmente me adoras.

──Sí, lo hago. ──dijo riéndose. ──Ten, para ti. Claveles, tus favoritas.

──Gracias, Reiner. Te adoro.

──Gracias. ──me dejó un beso en la mejilla y tomó mi mano. ──Vamos. Iremos de picnic.

El día estaba soleado y el cielo despejado. Fue un grandioso día para tener una cita.

Ambos nos tomamos de la mano y nos acostamos en el suelo, admirando el paisaje que el cielo azulado nos brindaba. Él acarició mi mejilla con su mano libre, fijo sus hermosos ojos de color ámbar en los míos y un destello apareció en sus ojos.

Y al inicio pensé que sus ojos brillaban como estrellas, pero el destello resulto ser una explosión. La explosión nos sacudió a todos los que estábamos en el parque, la sensación era similar, similar a la que sentí hace cinco años.

Temí que fuera lo que estaba pensando, y al levantarme del suelo junto con Reiner, vi el mismo rostro sin piel, que me había atormentado hasta en mis sueños, sobre la muralla.

──¡Corre! ──gritó Reiner al ver como los titanes comenzaban a entrar en Trost. No teníamos equipo de maniobras y, claramente, estábamos indefensos junto con los civiles. La gente comenzó a gritar y a correr como loca, pero gracias a los simulacros que se hicieron durante los cinco años que habían pasado desde la caída de la Muralla María, los soldados de las Tropas Estacionarias llegaron a tiempo y controlaron el caos.

Esquivamos las rocas que eran de la puerta de Trost que cayeron, y con suerte, no aplastó a ninguna persona. El polvo estaba en el aire, casi ahogándome y manchando mi ropa. Para cuando salimos de la neblina de polvo, ambos estábamos tan sucios como si nos hubieran arrastrado por un matorral.

──Somos reclutas. Necesitamos un equipo de maniobras. ──dije al acercarme a uno de los capitanes que estaban cerca de la puerta y que mantenía el orden de la evacuación.

──¿Tenían día libre? ──preguntó. Aunque era más que obvio que sí, tenía que asegurarse. Nosotros asentimos. ──Bien. Vayan a la Sede, cámbiense y tomen un equipo. Esperen ordenes de sus capitanes y ayuden a la evacuación. Tomen ese caballo de allí.