EXTRA 4

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EXTRA 4


"Casados, por fin"


-Mikasa.

-Mikasa.

-¡Mikasa! –grité al ver que no respondía a lo que había dicho antes. -¿Estás bien?

-¿Cómo que te vas a casar con Reiner? –habla a duras penas.

-Es lo que dije, pero también tenía que decirte otra cosa

-¿Vas a tener más hijos?

-¡No! O sea, no por ahora. Es que... ¿Quieres ser mi dama de honor? –hablé sin dudar.

Las lágrimas en los ojos grises de Mikasa se hicieron presentes, y sus brazos no dudaron en abrazarme.

-Toda mi vida diría que sí. –dijo, lo cual me hizo cristalizar los ojos de emoción.

-Ya le pedí a Armin, a Connie y a Jean que fueran mis padrinos. Tú eres mi primera dama de honor. También se lo pediré a Gabi y a Pieck.

-Te lo agradezco muchísimo, Rin. Te amo. Y felicidades por tu boda. –Dijo dándome un beso en la mejilla.

Hice lo mismo con Pieck y Gabi. Las cuales aceptaron con felicidad.

Mi boda sería el veinticuatro de diciembre.



24 de diciembre del 858


-¿Estás segura de qué me veo bien? Siento que luzco horrible.

-Te vez hermosa, Rin. No te preocupes. Estoy segura de que Reiner estará aún más enamorado de ti.

Mi vestido de novia era pegado al cuerpo, con unas mangas hechas de velo y encaje. La parte de abajo era larga y de mis hombros, colgaba un hermoso velo. Tenía una corona dorada con cristales incrustados. Mi maquillaje era sencillo y natural. Y mi cabello estaba recogido en un moño que tenía una pequeña flor blanca en el centro.

Tocaron la puerta y Mikasa fue a abrir.

Era Levi.

Él era el encargado de llevarme al altar.

Hubiera sido muy lindo si Hannes o Eren estuvieran aquí, pero Levi es lo más cercano que tengo a un padre ahora.

-Mocosa, vamos. Ya es hora. –dijo asomándose desde afuera en su silla de ruedas.

Salí de la habitación, sintiendo mis nervios recobrando fuerza, cosa que sintió Levi.

-Estás decente. No te preocupes. –me extendió la mano y la tomé. Con mi otra mano, ayudé a Levi a conducir su silla de ruedas. –Si ese idiota no está ahí cuando entremos, me voy a parar de esta silla y lo voy a perseguir hasta que me muera.

Reí, sabiendo que esa era la forma de consolarme de Levi.

-Gracias. –susurré antes de que nos abrieran la puerta.

La música matrimonial comenzó a sonar en los pianos y todos los invitados se levantaron de sus asientos, bueno, todos, menos Levi.

Avancé junto con el pelinegro sujetándome la mano. Llegamos hasta el altar, donde Gabi me entregó el ramo de flores. Me volteé hacia Levi y él me pidió que me agachara a su altura.

Se acercó a mi oído y me susurró.

-Estoy orgulloso, mocosa. –dijo. –No le digas a nadie que te lo dije, o también te perseguiré hasta la muerte. Se buena esposa, Rin. Ojalá y ese también sea buen esposo contigo. –dijo. Sonreí con algo de sorpresa por escuchar a Levi Ackerman decir algo como eso.

-Queridos presentes, estamos aquí para presenciar la unión en el matrimonio de Reiner Braun y Rin Jaeger. Estos dos, quienes han pasado por momentos de adversidad y de fortuna, y quienes han formado una familia con dos bellos hijos: Eren Braun Jaeger y Sasha Braun Jaeger. Doy gracias a Dios por tan hermosa relación, orando por la fidelidad y amor eterno. Que mi Dios bendiga estos anillos que serán una promesa de amor. Ahora, por favor, Reiner Braun repite estas palabras junto a mí: Yo, Reiner Braun

-Yo Reiner Braun. –repitió el rubio

-Te recibo a ti, Rin Jaeger –habla el sacerdote.

-Te recibo a ti, Rin Jaeger

-Como mi esposa. Para tenerte y protegerte de hoy en adelante

-Como mi esposa. Para tenerte y protegerte de hoy en adelante.

-En las buenas y en las malas. En la riqueza y en la pobreza. Y en la salud y en la enfermedad.

-En las buenas y en las malas. En la riqueza y en la pobreza. Y en la salud y en la enfermedad.

-Hasta que la muerte nos separe.

-Hasta que la muerte nos separe. –Reiner colocó nuestra argolla en mi dedo anular.

-Rin Jaeger, repite junto a mí. –me habla el sacerdote esta vez. –Yo, Rin Jaeger.

-Yo Rin Jaeger. –repetí

Te recibo a ti, Reiner Braun –habla el sacerdote.

-Te recibo a ti, Reiner Braun

-Como mi esposo. Para tenerte y protegerte de hoy en adelante

-Como mi esposo. Para tenerte y protegerte de hoy en adelante.

-En las buenas y en las malas. En la riqueza y en la pobreza. Y en la salud y en la enfermedad.

-En las buenas y en las malas. En la riqueza y en la pobreza. Y en la salud y en la enfermedad.

-Hasta que la muerte nos separe.

-Hasta que la muerte nos separe. –repetí por última vez. Coloqué el anillo en su dedo anular.

-Reiner Braun, ¿aceptas a Rin Jaeger como tu esposa, para amarla y respetarla, hasta que la muerte los separe? –le preguntó a Reiner. Mis nervios se hicieron presente.

-Acepto.

-Rin Jaeger, ¿aceptas a Reiner Braun como tu esposo, para amarlo y respetarlo, hasta que la muerte los separe?

-Acepto.

-Bien, pues ya dicho esto, los declaro, marido y mujer. Reiner, ya puedes besar a la novia. –apenas el sacerdote dijo eso, Reiner tomó mi rostro y me acercó a si mismo poniendo sus brazos en mi cintura y me besó dulcemente.

Todos aplaudieron con emoción y nuestros padrinos y damas de honor, tiraron pétalos de rosas blancas sobre nosotros. 

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora