𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)

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"Donde todo empezó"

Rin

La noche era oscura. El silencio era abrumador y sentía como mis oídos me pitaban. Un constante estrés se presentaba en mi cerebro en cada segundo que pasaba.

El relincho de uno de los caballos me asustó. Se había tropezado y Levi ordenó que se iluminara el suelo.

Este bosque era conocido por mí. Aquí veníamos a recolectar leña para la chimenea, aquí disfrutábamos nuestros días cuando éramos unos niños pequeños, y probablemente este bosque esté infestado de titanes que descansan por la falta de sol.

-Gracias por llevar mi caballo. –le dice Eren a Mikasa.

-Debes guardar tus fuerzas. –respondió ella.

-Sí, Eren, debes guardar tus fuerzas. –dice Connie.

-No lo llames por su nombre. Tienes que dar por hecho que estamos rodeados de enemigos. –dice Jean reprendiendo a Connie

Jean llevaba mi caballo Midnight y le agradecí con la mirada. Temía que, si hablaba, no iba a salir una sola palabra producida por mis cuerdas vocales.

La cara de Jean se desfigura cuando mira por una dirección

-¡Titán a la izquierda! ¡Prepárense! ¡Iluminen la zona! –Dice poniéndose delante de mí, como lo hizo Mikasa con Eren.

-No pasa nada. Está dormido. Parece que este no es uno de los que se mueven en la noche. Qué lástima. Dejémoslo. –dice Hange, tranquilizándonos.

Continuamos con la presión sofocando nuestros pulmones.

-No lo vimos hasta estar a dos pasos. –dice Eren

-Sí. La oscuridad puede que nos esté protegiendo, pero si por aquí hay de los que se mueven en la noche, estaremos en peligro. –susurro. La voz me temblaba, así como las manos. Mis piernas flaqueaban y era casi imposible para mí poder respirar de forma normal.

-La luz de la luna es como un reflejo de la luz del sol. Creemos que los nuevos titanes aprovechan esa luz reflejada. –dice Hange. –Fue buena idea elegir la luna nueva. Nada nos asegura que no se repita lo mismo. –me estremecí al recordar las muertes atroces del escuadrón de Mike ese día cuando nos rodearon los titanes en el castillo Utgard. –Ese titán también podría ser uno lunar. Ojalá capture alguno un día.

A mi lado estaba Jean y al ver que me temblaba la mano, la agarró deteniendo su temblor.

-Tranquilízate. Vamos a estar bien. –dice para luego soltarme la mano.

Lo miro con sorpresa después de que hizo eso. Todavía me sorprendía que no fuera un idiota, algunas veces.

-No me mires así. No siempre tengo que ser un idiota, ¿vale? –dice frunciendo el ceño. Yo río y pongo mi mirada en el frente

-Es normal tener miedo, Eren. –escucho la voz de Armin tranquilizar a Eren. –La primera vez que estuve frente a un titán, no pude moverme, pero me sacaste de tu boca y me salvaste. ¿Cómo lo hiciste?

-Me acordé del día que me enseñaste ese libro. Antes ni me importaba que había más allá de las murallas. Pasaba los días mirando el cielo y las nubes. Hasta que vi tus historias y tus ojos. Tú tenías un sueño maravilloso. Yo no tenía nada. Fue ahí cuando supe que no era libre. Unos seres desconocidos nos encerraron en una diminuta jaula. Al comprenderlo, no pude perdónaselo. No sé por qué, pero si es para recuperar la libertad... siento que mi fuerza crece. –la mano de Eren deja de temblar. –Gracias, ya estoy mejor.