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"Solo quedamos nosotros."

Rin

-Oigan. Está lanzando casas. Y si yo fuera Eren y Rin, diría que ¡Mi casa está que arde! –grita Connie y luego se carcajea como si estuviéramos en un día normal.

-Sasha dale un golpe a Connie. –pide Jean. Sasha obedece y le da un puño en la cabeza a Connie y este se encoge del dolor.

-Parece que no sabe dónde estamos. –dice Mikasa.

-Sí. Pretende convertir Shiganshina en un mar de fuego usando los escombros de los edificios.

-Armin, el fuego se acerca, ¿Qué hacemos? –pide Sasha.

-Jean. Hazlo por mí. Yo no sé lo que deberíamos hacer. Antes fallé al predecir lo que haría Berthold. Jean, tú estás más capacitado. –pidió Armin.

-Vamos al río. ¡Súbanse a Eren y a Rin! ¡Reserven el gas! –Dice Jean y los demás lo obedecen. Armin y Mikasa se suben en mis hombros, y Sasha, Connie y Jean en Eren. –Eren, Rin, tendremos que distraer a Berthold en algún momento, pero por ahora intenten que no los vea. –yo asiento en señal afirmativa. –Puedo ver la situación con claridad, pero no puedo crear ningún plan que nos salve. Al final dependeremos de ti.

Llevo mis manos a mi cabeza y siento nuevamente los gritos que sentí hace minutos, un dolor de cabeza intenso me azotó con fuerza, y gritos de terror y dolor invadieron mi mente.

-Rin, ¿estás bien? –sentí a Armin acercarse a mi oído después de ver cómo me sujetaba la cabeza. Asentí con suavidad para evitar preocuparlo, aunque mi cabeza me esté matando.

-Rin. –la voz del comandante me llamó. -¿Qué está pasando allá?

-El titán colosal apareció y asesinó al escuadrón de Hange. No escuché a Hange morir, así que no puedo asegurar si está viva o no.

-Bien.

-Eren, Rin. Griten para que Berthold no se acerque más a la muralla. –dice Jean. Eren y yo emitimos un grito que hizo que Berthold nos viera. Nos dedicó una mirada y luego se dio la vuelta para seguir su camino hacia la muralla. -¿Nos ignora?

-¿Qué hacemos, Jean? A este paso... -dice Connie.

-Lo sé. Eren, Rin vayan a detener sus piernas. –Eren y yo comenzamos a correr hacia el gigante.

-¿Cómo vamos a derrotarlo? –habla nuevamente Connie.

-El vapor inutiliza el equipo de maniobras

-Ya lo sé, pero tenemos que probar lo que podamos. ¡Revelaremos su punto débil! –dice Jean.

-Yo me encargo, ustedes distráiganlo. Connie las lanzas relámpago. –dice Mikasa y Connie le pasa sus lanzas a Mikasa.

-Armin, tú obsérvalo desde la distancia. Deja de llorar. Confía en que encontrarás alguna pista. –le dice Jean a Armin. Luego, al estar frente a frente con Berthold, Jean ordena: -¡Ahora, dispérsense!

Eren y yo cuando estuvimos frente a sus piernas, ambos agarramos una cada uno y nos aferramos a ellas para evitar que avanzara.

Berthold siguió caminando con nosotros aferrados en sus piernas. Nos arrastró algunos metros, pero Eren y yo conseguimos detenerlo y devolver sus piernas hasta atrás.

Berthold hizo su pierna hacia atrás y de una patada, lanzó a mi hermano hacia la muralla, con tanta fuerza que consiguió que en la muralla quedara un hueco por el impacto.

Al distraerme, Berthold iba a hacer lo mismo conmigo. Mi cerebro trabajó rápido y la única solución que encontré fue salir de mi titán lo más rápido que pudiera y así alejarme con mi equipo.

Berthold al ver mi cuerpo de titán desintegrándose, lo dejó en el piso y siguió su camino. Fui con mis amigos y su preocupación se disipó un poco al verme bien.

-Eren no se mueve. –dijo Mikasa con la voz temblorosa.

-No está muerto. Céntrate en el monstruo que tienes delante. –le dice Jean –Nos acercamos demasiado. Eso es lo que pasa si no tenemos un plan. Si no pensamos algo, se acabarán nuestras vidas, la misión y el futuro de la humanidad. Pero no vamos a dejar que nos mates a todos sin más. ¡Ataquemos! –dice Jean. –Rin, transfórmate de nuevo. –dice antes de irse con el equipo de maniobras seguido por los demás.

Obedecí a Jean y mordí mi mano transformándome de nuevo. Jean, Connie y Sasha intentaron provocar a Berthold, mientras Mikasa le disparaba las lanzas relámpago, pero no tuvieron éxito. Berthold emitió el vapor caliente y repelió las lanzas. Mikasa, quien estaba con las lanzas, le dispararon por la parte de atrás, haciéndole daño en uno de los brazos.

-¡Mikasa! Estás sangrando.

-Estoy bien, sólo me rozó un pedazo de las lanzas. –dice. Yo me acerco a ella, y con cuidado, tomo su brazo con uno de mis dedos. Utilizo mis poderes para pasar suavemente mi dedo sobre su herida y sanarla completamente. Fue una suerte total que fuerza solo un roce. –Gracias, Rin. Armin, ¿se te ocurrió algo? ¿Podemos atacarle de algún modo?

-No.

Las palabras de Armin quedaron en el aire, pues Reiner apareció por detrás de Berthold, totalmente sanado.

Armin continuaba pensando. Nadie tenía una idea de que hacer para combatir contra Berthold y Reiner.

Estábamos acorralados.

Una presión en mi pecho comenzó a impedirme respirar. Comencé a quejarme de dolor al sentir mi garganta contraerse. Trataba de tomar aire, pero no podía. Algo dentro de mí me decía que algo andaba mal. Quería comprobar de que los de la parte interior de la Muralla María estuvieran bien, así que busqué sus mentes para poder ver si estaban bien o no.

Encontré la mente de Erwin, así que cerré mis ojos para ver lo que estaba viendo.

Y ahí fue cuando entendí que era lo que me impedía respirar.

Destrucción. Sangre. Muerte. Rocas volando hacia la dirección en la que estaba Erwin.

Vi una roca ir directamente hacia Erwin y atravesar directamente su estómago. Perdí la concentración y regresé a mi conciencia. Perdí el equilibrio y caí hacia atrás.

La legión estaba muerta en casi su totalidad, excepto por nosotros.

-¡Rin! –estaba aturdida así que no diferencié la voz de quien me llamaba. -¿Qué ocurrió? –miré hacia al frente y vi a Armin en mi pecho acercándose a mi rostro.

-Están muertos. –hablé con la rasposa voz de mi titán

-¿Qué? ¿De qué hablas?

-Solo quedamos nosotros. Toda la legión está muerta. 

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora