"Perdón"
Rin
Miraba fijamente a la mesa. Estaba estupefacta y con una pizca de miedo por Gabi.
-Quería hablar con ustedes. –dice Eren. –Solo quiero hablar con normalidad. No hace falta pelear para resolver los problemas de Eldia. Hange y los demás estarán bien.
-Eren. Nosotros queríamos hablar contigo. –dice Armin –También con Rin. Eren, ¿por qué elegiste atacar a Marley? ¿Realmente Zeke y Yelena te convencieron de hacerlo?
-Yo soy libre. Lo que yo haga y elija es algo que puedo hacer con libertad. –respondió él. Levanté un poco la mirada y pude ver a Gabi con una mueca de horror.
-¿Acaso elegiste libremente todo lo que hiciste luego de ver a Yelena?
-Sí. –responde él
-Mientes. Estás siendo controlado. –dice Mikasa, y ella iba a decir algo, pero la interrumpí
-No eres el tipo de persona que lastima a niños y civiles. –le dije en un susurro a Eren. Mantuve la mirada baja, pero la subí de nuevo para ver a Eren, Mikasa y a Armin mirándome.
-Es cierto. Además, siempre nos has apreciado más que a nadie. ¿verdad? Quien me salvó en esa montaña. Quien me puso esta bufanda. Tu amabilidad...
-Te dije que no levantaras las manos de la mesa. –la frialdad en la voz de Eren me hace estremecer. –Hablé con Zeke. Como hermanos. Zeke sabe más de los titanes de lo que Marley sabe. Armin. Tú sigues yendo donde Annie. ¿Realmente lo haces por voluntad propia? Ya que heredas los recuerdos, una parte de ti ahora es Berthold. Te conviertes en el enemigo, empiezas a sentir compasión. Tu cerebro fue dañado por Berthold. Tú eres el que está siendo controlado por el enemigo.
-Eren. Detente. –levanté del todo mi mirada y miré directamente a Eren. El castaño me ignora y ataca a Mikasa.
-Tú también, Mikasa. Los Ackerman fueron hechos para proteger al rey de Eldia. Tú escuchaste mi orden cuando estuviste al borde de la muerte. "Pelea". En ese instante, despertó tu instinto. En ese momento, me convertí en el amo al que debías proteger por coincidencia.
-Te equivocas. No fue coincidencia
-¿En qué me equivoco?
-Es porque eres tú. Me volví fuerte porque eres tú, Eren. Te protegí a ti y a Rin porque eran ustedes.
-Rin no es tu amo. Cuando un Ackerman despierta su fuerza, suele tergiversar sus recuerdos, pero recobran sus conciencias al percatarse de que solo sirven para proteger a sus amos. Tú amo soy yo, no Rin. ¿Te das una idea? –Mikasa apretó los puños y negó. –En resumen, los Ackerman es un clan creado para proteger a otros que no tienen conciencia propia. En pocas palabras, son esclavos. ¿Sabes lo que más odio en este mundo? La gente sin libertad, sin valor.
-Eren. Basta. –dije levantándome de la mesa al ver a Mikasa al borde de las lágrimas.
-Siempre detestaba ver personas así. Al fin entiendo porque odiaba ver a una esclava que cumplía todas las órdenes sin cuestionarlas. Siempre te he odiado desde que éramos niños, Mikasa.
-Eren. ¿Cómo puedes decirle eso a Mikasa? –gritó Armin lanzándose hacia Eren por encima de la mesa, pero fue detenido por Mikasa, quien lo aprisionó sobre la mesa. –Mikasa...
-Siempre has vivido reaccionando a la sangre de los Ackerman. No eres más que eso.
-Eren. Te dije que te detengas. –dije agarrando a Armin para que se levantara y estuviera a un lado de Mikasa. -¿Cómo eres capaz de decir algo como eso? Mikasa siempre te protegió y te mantuvo vivo.
-Y tú, Rin. Viviendo por el amor. Realmente esperaba que mi hermana mayor fuera mejor. ¿Recuerdas ese día en el que evitaste que me resbalara en ese barranco? Terminaste haciéndote una fea cicatriz en tu brazo. Cuando leí tu bella carta en la que decías que me amabas más que a nadie, no sentí nada. Lo único que sentí fue odio. Te odio, Rin. –aunque sabía lo que Eren sentía, retrocedí pasos al recibir todas esas palabras. Me dolió, aunque sabía que tenía razón. –Nunca hiciste nada para cuidarme.
-Cállate. –susurré.
-¿Por qué tengo que hacerte caso? Ya dejé de ser ese niño que asentía a todo lo que decías. Eres un títere más de Marley, Rin. Utilizabas tu titán para proteger a la gente en Paradis, y en Marley eliminaste civilizaciones enteras solo por las órdenes de tus superiores. –Iba a responder a eso, pero Armin se lanza hacia Eren, dándole un puñetazo en el rostro. Ambos caen al suelo, Armin se levanta y Eren también. El castaño esquiva los golpes de Armin y se los devuelve bruscamente. Eren lanza a Armin hacia el estante de vinos. -¿Sabes por qué nunca me he peleado contigo, Armin? –Armin lanza un puñetazo a Eren, pero él lo esquiva. -¡Es porque tú no eres rival para mí! –dijo mi hermano dándole puñetazos seguidos a Armin
Me puse entre ellos, y pude recibir unos puñetazos de Eren. -¡Déjalo ya, Eren! –grité cuando Eren me lanzó al suelo. –Para. –Armin cayó al suelo casi inconsciente. Me dolía vernos a todos así, pero las lágrimas no salían de mis ojos. Gateé hacia Armin y lo levanté. Mikasa se acercó a nosotros mientras lloraba
-Como dije al principio, si me dicen dónde está Zeke, no hay necesidad de pelear. Y aunque no quiera, necesito tu poder de controlar mentes, Rin. Así que acompáñenme.
-¿Por qué te dejaría usar mis poderes? –dije mientras limpiaba la sangre del rostro de Armin.
-Porque si te importa la mocosa que mató a Sasha, me dejarás. Que ella venga también. –abrí mis ojos con sorpresa
-¿Qué era lo que querías decir? ¿Tu libertad es herir a Mikasa y a tu hermana? Habla, bastardo de mierda esclavizado. –Eren hace una mueca de disgusto por las palabras de Armin
-¿A quién le dices esclavo? Vamos.
-¿A dónde? –dice Mikasa
-Al lugar en donde empezó todo. A Shiganshina. –Eren comenzó a alejarse de nosotros y Mikasa y yo ayudamos a Armin a levantarse.
Nos llevaron a Shiganshina en un carruaje.
Íbamos detrás de Eren hacia algún lugar y el vapor de las heridas de Armin comenzaba a salir. En un momento, ellos nos metieron en un calabozo junto con los demás.
El silencio reinó por unos minutos hasta que me llené de valor para hablar.
-Perdónenme. –dije en un susurro, pero me escucharon. –Fui una cobarde al solo dejarles un pedazo de papel como una despedida. Miré por todo el lugar y observé las caras sorprendidas de los que antes eran mis amigos. –No espero que me perdonen en un solo momento, pero solo quiero disculparme. Sé que me odiaron cuando leyeron esas cartas, pero simplemente yo no tenía el valor para enfrentarme a ustedes y decirles que me iba.
-Yo jamás te odié, Rin. –me dijo Armin. –Es cierto que estaba enojado, pero jamás pude llegar al punto de odiarte. Siempre fuiste mi mejor amiga y eso jamás cambiará.
-Siento lo mismo que Armin. –dice Jean y me sorprende el hecho de que jamás me odiara. –Te perdoné hace meses. –Connie y Mikasa asienten, dándole razón a Armin –Siento haberte culpado de la muerte de Sasha. No podías saber que esos niños te siguieran. –sentí como las lágrimas se acumulaban en mis ojos y sonreí liberando esas mismas.
-¿Podrían... ¿Podrían darme un pequeño abrazo? –dije mirándolos y dudando en si realmente me lo darían. Pero aún más grande se volvió mi sorpresa cuando ellos se acercaron a mí y me abrazaron.
Ellos me estrecharon entre sus brazos y me di cuenta de lo mucho en que los extrañaba y me hacían falta sus abrazos.
¡Acá un nuevo capítulo!
No se olviden de votaaar.
Nos leemos dentro de una semana.
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𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)
Randomᴀ ᴅᴏꜱ ᴍɪʟ ᴀÑᴏꜱ ᴇɴ ᴇʟ ꜰᴜᴛᴜʀᴏ ʟᴇꜱ ᴄᴜᴇɴᴛᴏ ᴍɪ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ... ᴛᴇ ᴘʀᴇɢᴜɴᴛᴏ, ¿Qᴜᴇ ʜᴀʀÍᴀꜱ ꜱɪ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴛᴜ ᴠɪᴅᴀ ᴛᴇ ᴘɪᴅᴇ Qᴜᴇ ʟᴇ ᴀᴄᴏᴍᴘᴀÑᴇꜱ ʜᴀꜱᴛᴀ ᴀ ᴇʟ ɪɴꜰɪᴇʀɴᴏ? ¿ʟᴏ ʜᴀʀÍᴀꜱ? ʙᴜᴇɴᴏ, Qᴜɪᴇʀᴏ Qᴜᴇ ᴇᴍᴘɪᴇᴄᴇꜱ ʀᴇꜱᴘᴏɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴇꜱᴀ ᴘʀᴇɢᴜɴᴛᴀ ᴘᴀʀᴀ Qᴜᴇ ᴇɴᴛɪᴇɴᴅᴀꜱ ʟᴀ ʀᴀᴢÓɴ ᴅᴇʟ ᴘᴏʀQᴜ...