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"Traidores"

Rin

Corté mi mano para estar lista por si una batalla se creaba. La sangre goteó de mi mano, dejando un rastro de esta mientras subía por las escaleras del edificio.

Escuché un disparo, pero continué caminando con la misma tranquilidad. Luego, escuché como un cristal se rompía y supe que era Mikasa.

Subí el último escalón y me encontré con los soldados que suponíamos que estarían si se llegaba a disparar.

Tuve la suerte de encontrarme con un soldado abajo, pues lo asesiné y tomé su pistola. Apunté hacia ellos y disparé dos veces, un tiro a dos soldados. No tuve que disparar más pues Mikasa acabó con los otros dos.

Vi a Floch en el suelo, pues fue derrumbado por la señora Azumabito.

El pelirrojo salió con prisa por una ventana y gritó

-¡Mikasa, Connie y Armin traicionaron a Eldia! ¡Nos están atacando! ¡Rin Jaeger también está aquí! ¡Mátenlos!

-Maldita rata. –susurré después de asomarme por la ventana. –Mikasa. Dispararán lanzas por la ventana. Llévatelos al sótano. –Mikasa asintió y corrió con los Azumabito hacia el sótano. Antes de que dispararan por la ventana, salté de una, y activando mi equipo de maniobras, degollé a dos de ellos, mientras que los otros, dispararon.

Los soldados comenzaron a caerme del cielo. Venían unos por arriba, otros por debajo, otros por la derecha y por la izquierda.

Sabía que no me tenía que transformar todavía, por lo que primero, tomé ventaja degollando a unos. Me posé sobre un techo y sin decir nada, mostré mi mano, de la cual seguía goteando sangre. Asusté a algunos, pues sus expresiones fueron de terror, y a los que no, los tomé por sorpresa tomándolos con mis poderes y aplastándolos.

-¡Maldita escoria! –escuché a Floch gritar a lo lejos mientras me disparaba. Ninguno de los disparos me llegó, pues los había bloqueado con tal solo un movimiento de mi mano.

En el aire, vi a Reiner y a Annie, por lo que supe que mi transformación tenía que ser ya.

Enganché los ganchos de mi equipo en una torre que estaba a un lado del mar, y me impulsé hacia el agua. Cuando las explosiones de las transformaciones de ambos rubios se pudieron ver en el aire, activé la mía.

Caí en el agua, justo detrás de Annie y Reiner, dando una cruel imagen de intimidación.

Comenzaron a dispararnos balas y lanzas relámpagos a cada uno, las bloqueé tirándolas al agua, mientras que Reiner y Annie mataban rápidamente a los que querían lanzarles lanzas.

Nos miraban con odio. Gritaban de miedo momentos antes de ser asesinados y nos maldecían por ser traidores.

Este escenario jamás me gustó, pero me acostumbré a verlo cada vez que tenía que asesinar gente en Marley.

Annie le dio una patada a unos soldados que se balanceaban al nivel de sus piernas, y Reiner les dio un puño a los que estaban al nivel de sus brazos.

Al parecer, no se acercaban a mí, porque sabían el nivel de riesgo que yo representaba, pero, aun así, no desperdiciaban su tiempo y me disparaban lanzas relámpago.

Vi como unos soldados no dejaban de lanzar lanzas al lugar en donde estaban los Azumabito, por lo que decidí salir del agua y acabar con los soldados que querían matarlos.

Aplasté a unos con mis poderes y a otros, los aplasté contra las paredes de los edificios. Mikasa se movía por los techos, asesinando a soldados con tal agilidad que casi era imposible detectarla.

Reiner rugió de frustración al ser atacado sin cesar por los soldados.

Comencé a repartir esferas de energía para cada quien que se acercara a los Azumabito, a Reiner, a Annie o a mí. Estaba harta de que me atacaran inútilmente.

No podemos bajar la guardia ni tan solo un segundo.

Era lo que me repetía constantemente, pero al final, bajé la guardia, pues los Azumabito corrían hacia un barco.

Los protegí de las lanzas relámpago que dispararon contra ellos, logrando que me dieran en mis articulaciones y mi nuca.

Continuaron lanzándome lanzas sin parar. No podía activar ni un minuto mis poderes para protegerme y Annie y Reiner estaban metiéndose en problemas por la cantidad de lanzas que lanzaban.

Vi a Floch lanzarse hacia mí, me disparó en los ojos lanzas relámpago y en la mandíbula.

Comencé a estresarme por no poder regenerarme rápido.

El miedo por morir comenzó a hacerse presente, y ni siquiera podía pensar en una solución.

-¡La hembra y el acorazado pueden esperar! ¡Apunten a los Azumabito! –gritó un soldado. - ¡Mátenlos y también al Titán Zero! –gritaron de nuevo.

-¡Muere! –me gritaron antes de volverme a lanzar otra lanza relámpago.

Escuché esa palabra infinidad de veces, hasta que me sentí caer al suelo, sin poder moverme ni un milímetro. Sentí como mi nuca era cortada por alguien y me sacaba a la fuerza de mi titán.

Volví en mí, cuando sentí disparos en mis piernas y patadas en mi estómago.

-Sabía que traicionarías a Eldia de nuevo para salvar a los bastardos de Marley. –reconocí la voz de Floch en un instante. –Es increíble cómo me insultabas y te hacías mi superior. Tan solo han pasado cuatro años, Rin. ¿Te debilitaste tanto en poco tiempo?

Abrí los ojos para encontrarme con el rostro de Floch a tan solo milímetros de mí.

Parecía haber perdido la cabeza por su expresión

-¡Responde! –gritó una y otra vez. -¡Responde! Maldita cobarde.

Estaba acorralada. Me tardaría en sanar y con Floch pateándome a cada rato, no podía hacer nada. Me arrastré de espaldas hacia el mar, y sin saber qué hacer, me lancé al mar, improvisando un plan.

Floch continuó disparando al agua, uno de los disparos tuvo la oportunidad de darme en el brazo.

No podía mover mis piernas y quedé solamente con un brazo. El aire se me agotaba.

No podía morir por un inútil como Floch. No podía.

Rápidamente, y sin tener oportunidad de salir del mar, cerré mis ojos, me hundí y perdí la conciencia.

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𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora