──𝟎𝟎𝟖

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8. TE TENGO DE NUEVO.

RIN


Mis amigos sobrevolaban mi cabeza, estando junto a mí, ni muy cerca ni muy lejos. Asesinaba a cada titán que se me parara por el frente para darles el lugar libre a mis amigos. Era difícil acostumbrarse a un nuevo cuerpo del que no tenías ni idea del porque para un día a otro está en tus habilidades.

Pude descubrir que tenía una especie de poderes, que formaban todo tipo de cosas, como esferas de energía que eran como una explosión y destruían el objetivo al cual eran dirigidas. No me detuve en cuestionar su funcionamiento, no había tiempo y si llegaba a desperdiciar un milisegundo, mis amigos morirían.

El único problema que había es que no sabía en donde estaban Armin, Connie y Mikasa. Los dos primeros se habían ido tras la última desde hace, al menos, media hora, en la que nadie tuvo reportes de los tres. Ni un grito, ni avistamientos durante escapes, nada.

Un titán de cabello largo castaño estaba corriendo hacia la dirección en donde estaban mis amigos, un techo, en donde descansaban del desgaste físico causado. Me alarmé y corrí hacia él. No dudé en atacarlo, lanzándome encima de él.

Él rugió con todas sus fuerzas, aturdiéndome por segundos. Tenía fuerza y por alguna razón lo notaba diferente a los demás titanes. Él me alejó con una patada con fuerza, que me dejó una abolladura en el estómago. Él atacó después, agarrando mi cabello, que ahora era corto, y me arrastró por el suelo.

No sabía cómo liberarme y comenzaba a entrar en pánico, pero un momento de debilidad ocurrió cuando él desvió su mirada unos segundos hacia unos titanes que se acercaban corriendo. Quise golpearlo, pero cuando dirigía mi puño hacia su mandíbula, se retiró tan rápido como un rayo y atacó a los titanes que se acercaban.

Quedé recostada sobre un edificio y cuando me disponía a reincorporarme, tres personas se posaron en mis hombros. Mi alma volvió a mi cuerpo cuando les distinguí como Armin, Mikasa y Connie.

──Quédate quieta mientras tanto. ──dijo Armin acercándose a mí. ──Vimos cómo te convertías en esto, así que planeamos un plan con ese titán de allí. ──dijo señalando al titán que antes me había arrastrado. ────Ataca a otros titanes, y no se fija en humanos. Mi idea es guiarlo hasta la Sede. Si derrota al resto de titanes, podríamos salvarnos todos. Primero eliminaremos a los titanes cerca a ese titán, eso hará que busque a otros, y así lo llevaremos hacia la sede. En esa parte nos ayudarás tú, junto con Mikasa, ¿vale? ──asentí entendiendo el plan improvisado de Armin.

──Bien. Suerte.

Ambas nos quedamos juntas mientras Armin y Connie se alejaban hacia los demás. Mikasa me hizo señas de que contaría hasta tres para comenzar a atacar. No tardamos y juntas nos lanzamos hacia los titanes alrededor de aquel otro.

Cuando asesinaba a alguno, quería ir tras de mí, pero luego Mikasa llamaba la atención de los otros y el titán castaño inmediatamente perdía el interés en mí. Así estuvimos hasta que derrotamos a los titanes a su alrededor.

Al no encontrar a ningún otro, quiso ir de nuevo hacia mí, pero yo comencé a correr hacia la Sede, y rápidamente fijó su vista en los titanes que intentaban escalar la Sede. Los demás iban a la par con nosotros, protegiéndose de los titanes que nos seguían a mí y al otro.

Claro, en el proceso, no pude defender a mis compañeros y muchos terminaron muertos en manos de titanes que perdían la concentración en nosotros y se fijaban en ellos. Traté de aguantar las lágrimas, este lugar no era adecuado para dejarme llevar por mi dolor.

Jean se impulsó para atravesar una de las ventanas de la Sede, poniendo sus brazos en su rostro para protegerse de los cristales rotos que salieron volando. Me sentí segura al ver a mis amigos entrar en la Sede y alejarse de las ventanas.

El titán castaño rugió furioso, y comenzó a lanzarse a los titanes que había alrededor de la Sede. Atacó a uno dándole un puño, con el cual el titán salió volando y su mano se llenó de humo. No tardó en regenerarse y volver a atacar a diestra y siniestra a los titanes.

Observé de reojo como Mikasa llegaba junto a Connie y Armin. Me quedé tranquila y pude seguir combatiendo titanes junto con el otro titán, hasta que al fin entendió que estábamos en el mismo lado.

Después de tanto esfuerzo, mi cuerpo agotado estaba y aunque seguía con fuerzas de combatir, no tardaría en caer rendida. Estuve al menos una media hora luchando codo a codo con el otro titán, pero no paraban de llegar más y más titanes. Era hostigante, no sabía de donde sacar más fuerza y cada vez que utilizaba mis poderes, me debilitaba cada vez más.

Hasta donde sabía, era la tercera vez que me transformaba y ahora mismo, estaba viendo borroso.

De un momento a otro, mis brazos dejaron de funcionar, mis piernas fallaron y me hicieron caer al suelo con un golpe seco. Los titanes no duraron en comenzar a devorar mis extremidades, y aunque el titán castaño intentaba asesinarlos, a él tampoco le quedaban fuerzas. El titán que devoró a Thomas se dejó ver de entre unos edificios, y con rabia, el castaño soltó un rugido que me hizo temblar las entrañas; corrió hacia el titán excéntrico y lo asesinó, arrancándole la nuca de un mordisco y destruyendo su cuerpo a golpes.

Después de que solo quedaron los huesos humeantes, el pobre cayó al suelo rendido.

Con mis últimas fuerzas intenté moverme un poco hacia donde estaba el castaño, sería importante para los avances de la humanidad y no podía permitir que fuera devorado por titanes. Caminé algunos pasos, logrando quedar a los pies del titán, pero no soporté más y caí hacia un lado sobre unos edificios.

Vi humo salir de la nuca del titán castaño, y lo último que pude ver antes de caer inconsciente fue el cuerpo dormido de mi hermano menor, con unas marcas bajo sus ojos.






Reiner al ver como su chica estaba en apuros, se lanzó sin durar hacia ella. Pareció dudar en cómo sacarla, pero luego se percató de que el punto débil de los titanes estaba en su nuca y cortó con cuidado ese lugar para sacar a la castaña de ahí. Estaba inconsciente con marcas sobre sus cejas y sus ojos, donde parecía no tener piel. El humo salía de sus pómulos como un titán regenerándose.

No demoró en cargarla en sus brazos y volver con sus compañeros.

Todos se quedaron callados al ver a Eren, salir del cuerpo del titán, también inconsciente. Mikasa fue la primera que fue con Eren y al verlo, lo abrazó y lágrimas salieron sin control de sus ojos grises. Puso su oído en el pecho de Eren para saber si estaba latiendo, y al oír los latidos, Mikasa soltó un grito desconsolado mientras se aferraba con fuerza al castaño.

Los demás ayudaron a subir a Eren y a Rin a una torre alta para recostarlos en el suelo uno al lado de otro.

── ¿Qué sucedió? ──sollozó entre lágrimas Armin. Se había quitado un peso de encima al tener devuelta a su mejor amiga Rin, pero cuando encontró de nuevo a Eren, su alma regresó a su cuerpo y su mente no procesaba como es que había sobrevivido al ser devorado por un titán.

Lo primero que el rubio notó fueron las extremidades que le faltaban a su amigo. Estaban regeneradas, pero su ropa aún tenía la marca de donde se había mutilado la parte. Armin entrelazó su mano con la de Eren, aún sin creer que era cierto lo que estaba viviendo.

── ¿Fue Eren el que hizo todo esto?

Reiner estaba al lado de Rin acariciando su pelo mientras se quitaba de encima el peso de preocuparse por su casi novia. Se quedaron todos algunos minutos en silencio, pero este se rompió al ver como la primera en despertar de los hermanos fue la mayor, quien sollozó al ver el rostro dormido de su hermano.

──¿Eren? ──habló con un hilo de voz y se lanzó a abrazar a su hermano, quien creía haber perdido. El reencuentro no duró mucho, pues el grupo identificó titanes acercándose a ellos. Utilizaron su equipo de maniobras, llevando cargados a los hermanos, quienes sus propios equipos habían desaparecido, hacia la muralla, en donde las Tropas Estacionarias acorralando a Eren, Rin, Mikasa y Armin, dejando ir al resto. 

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora