EXTRA 5

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EXTRA 5

"All I want for Christmas is you"

Armin e Historia terminaban de poner las decoraciones en nuestro árbol de navidad. Sonreí viendo al rubio batallar por poner una flor en el árbol, desde la cocina mientras cocinaba unas galletas navideñas junto a Mikasa.

Mis hijos corrían detrás de Connie y Annie, quienes estaban envolviendo los regalos. Reiner hablaba con Jean sobre cualquier cosa que tuviera que ver con deportes y Niccolo estaba preparando un buffet para la noche buena. Pieck, Falco y Colt estaban decorando las guirnaldas de la cocina, escalera y jardín.

El timbre sonó y decidí ir a ver quién era.

-Un momento. –hablé fuerte mientras me limpiaba las manos con un trapo. Me colgué el trapo en mi hombro derecho y abrí la puerta.

-¡Hola! –habló Gabi. Reí al ver a mi ahijada y a Levi, cubiertos de nieve y con accesorios de navidad, -que seguramente, se los hizo poner Falco. –

Gabi tenía una gran bufanda con renos y Santa Claus. Y Levi tenía una diadema de cuernos de reno y un suéter rojo con renos.

El pelinegro estaba malhumorado por lo que estaba usando.

-Hola. Qué bueno que llegan. Pasen. –Gabi me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Y Levi... bueno, él solo pasó a mi casa siendo conducido por Gabi en su silla de ruedas.

Los tres llegaron a saludar, y luego dejaron los regalos bajo el árbol.

Mikasa había metido ya las galletas al horno, así que solo me dediqué a limpiar la cocina.

-¡Gabi! –exclamó mi hija lanzándose a mi ahijada. La castaña la recibió con un dulce abrazo. Eren Jr. saludó a Gabi y a Levi con un movimiento de mano y luego se sentó en su pequeña silla sin hacer ningún ruido.

-Mikasa. Iré a cambiarme. Saca las galletas en veinte minutos. –ella asintió y yo pasé por la sala para llevarme a mis hijos para cambiarlos.

A Sasha decidí ponerle un vestido rojo con tutu; a Eren le puse un pantalón negro y una camisa blanca con tirantes rojos. Y yo, me puse un vestido verde pegado al cuerpo.

Me maquillé un poco y me hice ondas en mi cabello. Al bajar, las galletas estaban ya servidas en la pequeña mesa en medio de la sala, y la comida navideña estaban siendo servida por Niccolo en la mesa del comedor.

Todos estaban sentados en los sillones hablando entre sí. Reiner, cuando nos vio a los tres, sonrió. Los niños se sentaron en las diminutas sillas que tienen y yo sobre el regazo de mi esposo. Niccolo nos pasó copas de champagne para brindar y a los niños un pequeño vaso de jugo de naranja.

-Bueno, primero que todo, Reiner y yo les agradecemos por haber venido para celebrar la noche buena junto a nosotros. Este año es la séptima navidad que pasamos juntos y esperemos que haya muchas más. Hago un brindis por los que están aquí y por los que no. –dije alzando mi copa, recordando a todos los que no están con nosotros. Todos chocamos las copas, ocasionando un tintineo en la sala. Todos tomaron un sorbo de la copa, pero yo no. –También, brindo por nuestro sexto aniversario. –dije mirando a Reiner. Bajé mi mano hasta mi vientre. –Y también porque estamos esperando un bebé de nuevo.

La sorpresa en todos se hizo presente, incluso hasta en Levi, quien abrió los ojos con sorpresa.

-¡Felicidades! –dijo Connie levantándose para abrazarnos a mí y a Reiner. –Ahora si me pido ser el padrino del próximo mocoso. ¿Cómo puede ser que hayan escogido a Jean antes que, a mí, para ser el padrino de Sasha? –replicó haciéndose el indignado. Todos nos felicitaron emocionados.

Todos reímos.

El reloj de la pared marcaba las once con cincuenta, anunciándonos que ya casi era veinticinco de diciembre. Nos levantamos de nuestros asientos con emoción. Sasha y Eren reían a carcajadas al ser cargados por Connie y Jean.

Salimos a la calle, aun sosteniendo nuestras copas de champagne. Le di la mía a Reiner y miré al cielo. Sonreí viendo tantas estrellas brillando con intensidad.

Tal vez son ellos. –pensé con melancolía recordando a todos los fallecidos. Extendí mis manos al cielo y lancé una esfera de energía, que terminó siendo fuegos artificiales. Todos nos abrazamos al ser ya las doce en punto, diciéndonos "Feliz navidad".

Agarré a Eren y Reiner a Sasha y los cuatro nos abrazamos con cariño.


9 meses después...


-¡Mierda! –grité de dolor al sentir la quinta contracción. -¡Jamás vuelvo a dejar que me embaraces, Reiner Braun!

-Quiero que respires y comiences a pujar, Rin. –me dijo la doctora. –Ya es hora.

-Diablos, no recordaba que esto doliera tan... -No pude terminar de hablar pues el dolor comenzó a hacerse más presente. Grité de dolor, sintiendo como mi cuerpo comenzaba a pujar. Las lágrimas se acumularon en mis ojos por el dolor de parir a mi tercer hijo.

-Eso es. De nuevo. –habló la doctora. Grité de nuevo, pujando. –Ya veo la cabeza. Tu puedes. –Habló dándome apoyo.

Perdí la cuenta de cuantas veces tuve que pujar, pero cuando escuché el llanto agudo de un bebé, pude dejar de apretar la mano de Reiner, que seguramente estaba morada.

-Es un niño. Felicidades. –habló de nuevo mi doctora, pasándome a mi hijo en una manta. -¿Qué nombre le pondrán a la criatura? –estaba escribiendo algo en una libreta y luego levantó su mirada hacia nosotros.

-Nos gustaría llamarlo Riu. –hablamos al unísono. 

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora