𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)

──𝟎𝟏𝟑

13. FIN DEL INFIERNO DE TROST

Agradecí a todo aquel ser que estaba en el cielo viéndonos luchar contra la peor pesadilla de la humanidad de que mi hermano por fin tomara de nuevo su conciencia, dándonos la señal de que podría ser capaz de levantar esa roca y tapar el agujero de la puerta de Trost.

Me percaté de los problemas que varios de mis compañeros de tropa estaban pasando con titanes. Ayudé a algunos que estaban cerca, pero divisé a Jean, Annie y Connie, tener problemas. Vi que Jean salvó a Connie, pero a la hora de que Jean siguiera a los demás hasta la cima de la muralla, su equipo quedó dañado. Dos titanes ahora lo perseguían. Se metió en un callejón y lo perdí de vista. Traté de ir a ayudarlo, pero el capitán encargado de nosotros, Ian, me obligó a quedarme, prohibiéndome perder mi posición de proteger a Eren en el camino hacia la puerta.

Me rehusé a patear a Ian, pero seguí sus órdenes.

Todos nos habíamos separado. Probablemente de los escuadrones de los de Elite solo quedaban ellos y unos pocos más. Deseaba que mis amigos hubieran logrado salvar a Jean y que ya estuvieran en la muralla a salvo.

──Defiéndanlo hasta la muerte ──Gritó Ian ──Protejan a Eren hasta la puerta, aunque les cueste la vida. ¡No dejen que se le acerque ni un titán! Rin, ve a la par con él. Mata a cualquier titán que se acerque demasiado. Nosotros trataremos de entretenerlos sin gastar gas mientras Eren sella la entrada.

Asentí decidida a proteger a mi hermano, costara lo que costara. No estaba entre mis planes perder a la única familia que tenía por los titanes, de nuevo. Todos los soldados, incluyendo a Ian y a Mitabi, se lanzaron al suelo a llamar la atención de los titanes y sacarlos del camino de mi hermano.

Esperé a Armin y a Mikasa para que se subieran a mi hombro y no gastaran gas. Caminé con cuidado al lado de Eren, tratando de no aplastar a ninguna persona, pero si a los titanes que se acercaban a nosotros. Armin y Mikasa se lanzaron a luchar también, y yo me quedé con Eren, lanzando por los aires a los titanes que querían pegarse de las piernas de Eren.

Los gritos de los soldados se comenzaron a escuchar en el suelo, llamando mi atención. Tal vez fue mejor no haber volteado, pero vi como Mitabi salvaba a uno de sus subordinados y moría haciéndolo. Dolió ver como se sacrificó protegiendo, no solo a Eren, también a mí. La voz de Rico llamando a Ian, me dolió de igual manera. Su grito lleno de dolor estaba dejando en claro que Ian estaba muerto.

Agradecí a todos los que murieron salvándonos, y deseé que fueran al cielo, para que vivieran lo que no pudieron vivir en vida.

Un titán se acercó corriendo a Eren. Fruncí el ceño y agarré a ese titán antes de que pudiera tocar a mi hermano. Lo lancé al suelo y pisoteé su nuca una y otra vez, hasta que solo salía el humo que los desintegraba. La ira de que los soldados habían muerto se había acumulado en mi cuerpo y ahora quería asesinar a cada uno de los titanes que tocara a algún soldado.