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"Carta"

Rin

-Ese idiota de verdad resucitó. –dijo Jean. Me levanté del suelo después de haber visto las muertes de decenas de soldados. Reiner se acercaba cada vez más hacia nosotros. –Armin. Tenemos que apostar por que Eren huya de aquí. Trataremos que Rin vaya con él también.

-Está más delgado. –dice Armin. –El titán colosal es más delgado que antes. –dice y miro hacia arriba y sí, estaba mucho más delgado. -¡Hange tenía razón! El titán colosal no aguanta batallas largas. Recuerden los experimentos de Eren y Rin. Eren solo podía transformarse tres veces seguidas, si es así para uno de quince metros, es muchísimo más complicado para uno de sesenta. Probablemente cuando genera ese calor, desgasta músculo y no hueso. Tengo un plan. Rin y ustedes derroten a Reiner, Eren y yo derrotaremos a Berthold. Lo venceremos solos.

-Entendido. Nosotros nos encargaremos de Reiner. –dice Mikasa levantándose del suelo.

Jean, Mikasa y yo vamos con Sasha y Connie y Armin va con Eren.

Ojalá no les pase nada.

Yo me puse en el camino de Reiner para evitar que se acercara más a Eren. Sabía que no iba a llegar hasta mi posición, pues Mikasa estaba a sus espaldas preparándose para lanzarle una lanza en una de sus piernas.

Mikasa disparó la lanza, ocasionando que Reiner cayera al suelo sin poder utilizar su pierna. Yo me lancé hacia Reiner y atraparlo con mis brazos y piernas mientras que los demás se acercaban a nosotros para lanzar el resto de lanzas.

Imité las llaves que Eren le hizo a Reiner en peleas antiguas, para intentar retenerlo. Claro está que la fuerza que Eren tenía no estaba igualada a la mía, porque mi titán era mucho más débil en eso.

Reiner no tardó en liberarse de mi agarre por lo que Jean se lanzó hacia Reiner para distraerlo y que no pudiera hacernos daño o esquivar las lanzas, -pero yo ya sabía que él no me haría daño -.

Reiner volteó a ver a Jean, pero predijo que Sasha y Connie lo atacarían, y extendió una mano hacia unos edificios e hizo volar escombros que ocasionó que la lanza que tenía Sasha no le diera a Reiner y ella saliera herida con un trozo de madera incrustado en el hombro, al igual que Jean.

Connie atrapó a Sasha, pero ella quedó inconsciente y la sangre que perdía era como para que muriera desangrada, entonces le di una patada a Reiner y me fui directamente hacia Sasha para intentar curar su herida.

La energía que tenía me comenzaba a faltar, pero prefería quedar sin energía a que Sasha muriera.

A lo lejos, se vio como Berthold estaba sacando aire caliente, y me preocupé por Armin y Eren quienes estaban allá.

-¡No dispares, Mikasa! –gritó Connie.

-¡Bien hecho, chicos! –la voz de Hange nos hizo alegrarnos porque ella no murió. Al final mi teoría era cierta y me alegré de que ella no hubiera muerto. Hange fue hacia Reiner y le incrustó la lanza a Reiner en el otro lado de la mandíbula, abriéndola por completo. -¡Ahora, Mikasa! –gritó Hange, y la pelinegra no tardó ni un segundo en ir hacia Reiner, esquivando sus manos que trataban de atraparla, y disparar la lanza relámpago en su boca, para que luego Reiner saliera volando de la nuca del acorazado.

El titán colosal cae hacia la muralla, dándonos la señal de que habíamos vencido.

Hange agarró el cuerpo de Reiner y le cortó las piernas y los brazos haciéndolo gritar de dolor. Yo cerré los ojos ante tal escena para no tener que ver como sufría. Luego, con ayuda de Mikasa, salí de mi titán casi agotada por completo.

-Rin, ten esto. –Hange me da una caja de metal que era de Reiner y que este mismo había intentado agarrar antes de que perdiera las extremidades.

Hange utilizó un trapo que tenía para vendar a Reiner, y yo le ayudé a Mikasa a vendar a Jean. Ya le había curado la herida, pero al parecer se había dislocado el hombro y tendría que ir con un doctor para que se lo arreglaran.

Me senté junto con Jean, Mikasa se quedó parada junto a nosotros, y Connie y Sasha estaban en un tejado; Sasha seguía inconsciente.

-Bien. Supongo que tu silencio será mucho más duro que tu coraza. Pero dinos algo, ¿Qué era esa caja de metal que intentaste agarrar antes de perder los brazos? ¿Algo para suicidarte? ¿Una bomba? –le preguntó Hange.

-Carta... Una carta de Ymir. Dénsela a Christa. 

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 [𝖱𝖤𝖨𝖭𝖤𝖱 𝖡𝖱𝖠𝖴𝖭] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora