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Por la tarde siguiente le confirmaron a su viejo amigo Griffin que necesitaban su ayuda:

- G: Vaya, entonces la chica California me pedirá un favor después de todo este tiempo (sonríe), ¿qué necesitas preciosa?

- VF: Griffin...

- G: (ríe) Vaya, no sabía que tu voz había cambiado tanto ¡Amelia! ¿está ahí?

- VF: (la mira para que conteste) Sí, aquí está.

- G: ¿Y bien? ¿qué quiere mi chica de Los Ángeles?

- A: (resignada) Necesito que me traigas la daga y la gema rota en ella.

- G: ¿Algo más? (feliz).

- A: No, solo... hazlo, por favor.

- G: A la orden capitán, me tendrás haya con ella en unos días, solo permíteme tantear el terreno, observar cómo está la seguridad y en cuanto tenga un plan te aviso.

- A: Gracias (aliviada).

- G: Aun no agradezcas preciosa, deja que primero la consiga y después vemos el resto (sonríen), quién sabe, tal vez ahora me puedas pagar este favor con un beso (ríen).

- A: ¡Oh cállate imbécil! (ríen). Te veré aquí pronto.

- G: Así será.

Los amigos colgaron y se abrazaron con felicidad.

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora