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Amelia camina por Prodigium, sabe muy bien a dónde debe y quiere ir, empuja con delicadeza la gran puerta metálica y ahí está, frente a ella Henry yace en su escritorio, investigando, sumergido en torres de libros y papeles, él no la nota, ella sonríe y entra.

Haciendo anotaciones, pero sin voltear a verla, Henry le habla.

- H: Siempre entrabas a hurtadillas, pero siempre te delató ese aroma a lavanda con toques cítricos y yerbabuena (sonríe y voltea a verla). Te lo dije, los viejos hábitos nunca mueren (ella también sonríe).

- A: (camina hacia él) No, no lo hacen (sonríe), además, siempre me gustó verte... verte así, me refiero trabajando hasta tarde. Nunca te rendías con cada una de tus investigaciones, así te tomara meses (se sienta en el escritorio al lado de él, quien deja de escribir para dedicarle toda su atención con esa tímida sonrisa), años, el tiempo necesario, siempre... conseguías algo (se sonríen uno al otro).

- H: Esta vez tampoco será la excepción (sonríe).

- A: Tal vez... tal vez llegó esa primera vez para todo y Set sea...

- H: ¡Amelia! ¡No lo digas! ¡No! (molesto).

- A: ¿Qué Henry? ¿Que no diga qué? Hay que ser realistas, no tenemos ninguna pista del paradero de Nick o de Set, han pasado días y aún si lo encontráramos no sabemos si...

- H: ¡Amelia!

- A: Henry (se miran), tal vez, solo tal vez esta es la única forma en que las cosas terminen, que el mal gane, quizás todo deba ocurrir así, no siempre pueden ganar los buenos, la historia misma nos lo ha enseñado (señala la biblioteca).

- H: ¿Realmente estás diciendo todo eso? ¿te estás escuchando? La mujer que hace un par de días quería arreglar todo este asunto, ayudar a Nick ¿se da por vencida? No lo creo, lo que dices es... es... es... tan... tan... derrotista, no es algo que tú dirías (le examina el rostro y le mueve un poco la cara para verle los ojos).

- A: Son marrones, no es ella quien está hablando, soy yo y solo yo Henry (se miran con tristeza), solo la mujer que sabe que esto es una realidad.

- H: No acepto que tú seas...

Amelia se levanta, deja su teléfono en el escritorio y le extiende a Henry una mano a la par que se reproduce "Welcome to my world – Jim Reeves". Él se muestra reacio al principio, quiere seguir discutiendo el asunto hasta que ella lo toma de las manos y hace que se levante, pone su mano en la cintura de Amelia, se toman de la otra mano, bailan lento, balanceándose de un lado al otro.

Amelia recarga su rostro en el pecho de Henry mientras bailan, él la mira con nostalgia, ella cierra sus ojos, se siente en un lugar seguro, después de mucho tiempo se siente en casa y no quisiera irse.

Sin poder contener la curiosidad y sin dejar de bailar, habla con ella.

- H: (mira al techo, cierra los ojos, no quiere hacerlo, pero igual sabe que sino pregunta ahora no habrá otra oportunidad de saber la verdad) El día que... cuando le mostraste a Nick todas las señales de Xtabay... fuiste tú la que le dio el control ¿cierto? Todo lo que dijiste sobre que ella lo tomó fue una mentira, ¿no es así?

- A: (sigue recargada en él, pero abre los ojos) ¿Eso importaría?

- H: Sí, porque eso significaría que ustedes... que tú... que tú puedes...

- A: ¿Controlarla? No, no puedo, pero... es un sí a tu pregunta (vuelve a cerrar los ojos), pensé que sería la prueba perfecta para Xtabay, así podría saber si contaría con ella para algo más importante, y así fue, pero no confié en ella cuando debí hacerlo.

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora