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Traga saliva, los dedos de Amelia rozan con mucho cuidado la estructura que contiene el Códice Dresde, cierra los ojos, aparecen en su mente flashbacks de su muerte y el cómo regresó a la vida, las últimas muertes que casó Xtabay y el último suspiro de Griffin, entonces abre los ojos con lágrimas escurriendo de ellos.

Sin vacilar, toma el libro, lo lleva hasta el escritorio y comienza a hojearlo a la par que hace anotaciones.

Por la mañana, Henry, Vail y Jenny discuten sobre el paradero de Set y el probable estado de Nick. Amelia, quien acababa de entrar al laboratorio con ellos, se limita a escucharlos discutir, toma asiento, mira con atención a la zona donde todo ocurrió, hasta que se da cuenta que le están llamando por teléfono.

- J: Amelia, Amelia.

- A: ¿Qué? Lo siento, no... ¿qué sucede?

- J: Tu teléfono (lo señala).

- A: ¡Oh! Lo siento, debe ser... (ve el número y traga saliva, se levanta rápidamente) debo atender.

Sale del laboratorio y contesta.

- A: Aguarda un momento.

- ¿?: (voz de hombre) ¿Realmente me harás esperar? Creí que tenías prisa con este asunto.

- A: (camina lo más rápido que puede por los pasillos hasta llegar a su habitación y cerrar con seguro la puerta) Lo sé, lo sé (cierra). Listo, dime ¿es lo que creo? ¿solo... solo eso?

- ¿?: Así es, solo eso (Amelia se frota la frente con una mano). ¿Y bien? ¿lo harás?

- A: (traga saliva, recarga la frente contra el frío mosaico) No creo que tenga otra alternativa, solo hay que encontrar a Set y clavarle la daga, al menos esta vez no habrá quien lo evite.

- ¿?: Bien, infórmame en cuanto hagas lo que debes hacer.

- A: Pero... ¿sino funciona?

- ¿?: Lo hará, tiene que, no hay otra forma u opción, es eso o...lo dejas ganar y los dos sabemos que aún hay una vida que te interesa salvar, el resto de nosotros podría ser asesinado por Set y Xtabay, pero si a él le pasa algo... que los dioses se amparen del alma de los asesinos. En cuanto lo hagas infórmame, estaré esperando.

El hombre cuelga, Amelia se sienta en la cama, toma una gran bocanada de aire y se levanta, rápidamente saca unas prendas de su clóset, el mismo traje rosa (saco y falda) con el que llegó a Prodigium después de tantos años, lo coloca sobre la cama, al igual que un barniz de uñas blanco, una muy pequeña caja redonda de plástico y una liga para el cabello, se detiene un momento para ver las cosas, suspira y sale del cuarto. 

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora