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De vuelta al presente, Amelia ríe, al igual que Henry, los dos miran al frente, ella hace sus movimientos y toca con una gran sonrisa.

- H: (voz en off, vemos los flashbacks) Yo sabía muy bien que estaba enamorado de ella, pero pensaba que las palabras de Amelia habían sido solo para convencerme de dejarla participar. No obstante, cada vez pasaba más tiempo conmigo, ya no solo para nuestras investigaciones juntos, para todo, eran como nuestros años en la Real Sociedad. Desayunos, almuerzos, cenas, viajes, todo juntos, me enamoraba cada vez más, pero con ello creía en mi mente la noción de que por mucho que deseara estar con ella o con cualquier otra persona, eso sería imposible, Hyde lo arruinaría a toda costa, por ello decidí no ser honesto con ella, prefería no decirle hasta encontrar una cura o dejarla que fuera feliz con alguien que sí pudiera darle el tipo de vida que ella desea y merecía (sonrisas tristes de Henry y Amelia del presente y del pasado al ver al otro).

Sin embargo, ella me demostró una vez más que estaba equivocado (Henry sonríe y vamos al flashback, Amelia en camisón en su habitación).

Amelia estaba en su cuarto, leyendo y con una maleta abierta en la cama cuando algo la asustó. Un ruido estruendoso hizo que saltara de la cama, miró a todos lados, incluso por la ventana, pero no vio nada, una vez más escuchó el sonido y el miedo la invadió, pero tan pronto escuchó una risa conocida decidió abrir la puerta, con precaución miró a ambos lados del pasillo antes de salir del cuarto y bajar a la oficina de Henry.

Estaba todo completamente obscuro, apenas iluminado por la luz de la luna que entraba por las ventanas, Amelia se detuvo en cuanto vio una sombra a lo lejos.

- A: ¿Ho... hola? (asustada).

Retrocedió un poco en cuanto vio que la silueta se acercaba rápidamente a ella, el miedo la congeló, su mirada suplicaba por piedad a la vez que estaba dispuesta a aceptar lo que fuera.

Sin embargo, su corazón dejó de palpitar tan rápido cuando la silueta se convirtió en Malik corriendo a su encuentro.

- M: ¡Señorita Rodríguez! ¿Qué hace aquí? No debería...

- A: Yo... (respira con la mano en el pecho) escuché algo y bajé a ver qué sucedía.

- M: (le sonríe) Siento haberla asustado, solo fue un corte de la electricidad en los laboratorios, iré a arreglarlo en un momento, no tiene de qué preocuparse, será mejor que suba (algo nervioso), así no correrá pelig... no se lastimará sin la luz (sonrisas por compromiso).

- A: Claro, iré... irá a mi cuarto, cuidado Malik.

- M: Lo tendré señorita (le sonríe y la deja ahí).

Mientras Malik se marchaba confiando en que Amelia seguiría su advertencia, ella esperó unos segundos para asegurarse que no la viera, de nueva cuenta escuchó ruido, pero ahora proveniente de la oficina al final del pasillo, la de Henry.

Con temor caminó hacia la puerta, estaba por tocar, pero esta se abrió lentamente, aun con miedo, Amelia entró haciendo el menor ruido posible.

- A: ¿Henry? ¿estás aquí Henry?

Una silueta se movió velozmente entre las sombras y la luz de la luna, Amelia sintió más miedo, tragó saliva, se llevó la mano al pecho y el sujeto que tenía las manos recargadas en el escritorio empezó a reírse como loco, eso la asustó aún más, por lo que lentamente retrocedió para salir, pero chocó contra un librero, causando ruido y que aquel hombre volteara un poco para ver el origen del sonido.

- #: ¿Quién carajos está ahí? ¿eres tú maldito Malik? Porque si eres tú ¡ou! Jajaja (se ríe como loco de nuevo) no tienes idea de lo que te haré.

Amelia frunció el ceño, esa voz la conocía muy bien, tantas horas juntos le resultaban inconfundibles, avanzó hacia el hombre anhelando ver su rostro.

- A: (tratando de ver su rostro a la luz de la luna) ¿Quién está ahí? (el tipo le da la espalda y ríe de nuevo, solo eso hace). Hola, disculpe, señor ¿se encuentra bien? (ríe), ¿señor? (camina y se acerca cada vez más al tipo).

Amelia se detuvo al lado del sujeto, este volteó a verla lentamente con un rostro totalmente serios, sus miradas se cruzaron, ella no entendía qué pasaba, el rostro de Henry estaba distinto, sus ojos eran de otro color, estaba en shock, tomó unos segundos para mirarlo, decidió tocarle las mejillas, pero en cuanto su mano estaba tan cerca de la cara de Henry, este la asustó con un grito y comenzó a burlarse de ella, quien retrocedió unos pasos lo más rápido que pudo.

Hyde sonrió malévolamente y caminó hasta ella, se acercó tanto que la arrinconó, le levantó la barbilla y estaba por besarla.

- Hyde: Ahora veo por qué Henry hace tanto escándalo por ti (sonríe y ríe), es una lástima que no quiera compartirte, pero creo que por fin es mi momento ¿no lo crees?

- A: ¿Henry?

- Hyde: No querida, soy tu buen amigo Eddie Hyde (le sonríe y la besa).

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora