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El sonido de los tacones de Amelia acercándose al centro de aquel círculo resonaba en todo el laboratorio. Con delicadeza tomó el violón del soporte que yacía en el medio del lugar, traía un moño color negro, como el de la caja de unos días antes, y una nota blanca con letras blancas que decía:

"Para sentir que eres alguien más de nuevo.

-H. Jekyll".

Amelia sonrió tras leer la nota, la dejó en el suelo junto al moño y se colocó el violín en el hombro. Henry se acercó a Nick y se detuvo frente a él. Mientras él le explica a Nick, Amelia toma aire y comienza a tocar "Primavera – Allegro de Vivaldi".

- H: Todo empezó hace más de 16 años (se escucha su voz en off conforme va explicando y vemos lo que dice). En cuanto llegó a la Real Sociedad supe que (estrechan manos) sería el mejor elemento que tendríamos, trabajaba incansablemente día y noche, el derecho verdaderamente era su vocación, defendía a la Real Sociedad de todo asunto que pudiese acabar con su credibilidad, aunque las acusaciones tuvieran fundamentos, pruebas, ella estaba comprometida con todo y... no hubo caso que no ganara (la vemos celebrando en un tribunal, en la oficina escribiendo, viendo dos libros al mismo tiempo y tomando notas de ellos). Ella era tan buena, no solo como abogada, me refiero como persona, ayudaba a todos los que lo necesitaran, yo incluido. Tuvimos que trabajar juntos en un gran caso de... bueno, no importa de qué, pero comenzamos a pasar todo ese tiempo juntos (vemos a los dos en una oficina escribiendo, leyendo, riendo, lanzándose hojas de papel con tachones hechas bolita para molestarse). Ya te lo había dicho antes, solo era amistad, éramos tan jóvenes con sueños sobre mejorar la situación en distintos contextos, en... ser los buenos de la historia. Gracias a ella (vemos a Amelia en el presente tocando el violín con una expresión de tranquilidad), ganamos el caso, fuimos ascendidos, pasábamos cada vez más y más tiempo encargándonos de los aspectos legales de la sociedad (vemos a Henry sonreír al recordarlo, luego a Amelia con el violín hace lo mismo al pensar en ello). Comíamos juntos, leíamos, investigábamos, hablábamos de nuestras vidas, todo... sabíamos todo uno del otro (vemos cada una de esas acciones, luego caminando juntos por Londres), éramos lo que ustedes llaman "mejores amigos".

No había nada que no supiera de ella, o eso creí, porque en cuanto llegó a nosotros una solicitud de incautación de artículos de este lugar, conocí una nueva etapa de ella, su amor por la historia antigua (vemos de nuevo a Amelia tocando feliz el violín). Rápidamente se interesó por el Egipto antiguo, dioses, muerte, maldiciones, todo aquello que refiriera a lo no convencional y eso la emocionaba cada vez más, fue dejando de lado el derecho para comenzar a investigar más y trabajar con los historiadores de Egipto (vemos que está en unos laboratorios analizando los movimientos del personal, quienes cuidadosamente etiquetan artículos de una tumba).

Empezó un par de investigaciones que rápidamente resultaron en su primer artículo sobre maldiciones, la Real Sociedad le ayudó a publicarlo, pero no tuvo el impacto que ellos esperaban, sin embargo, Amelia estaba muy feliz con poder entrar a ese mundo (los vemos celebrando en una pequeña oficina, Henry abre una botella de champaña y brindan ambos). Comenzaba a ser muy feliz, porque siempre había creído que ya había encontrado lo que amaba en la abogacía, pero... Egipto era realmente su felicidad (vemos a Henry sonreírle a Nick, luego a Amelia sonreír al pensar en su pasado también).

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