La momia 2

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Horas más tarde, Amelia estaba en una oficina escribiendo en la computadora hasta que volteó para ver quién tocaba a la puerta.

- H: ¿Puedo? (hace una señal para solicitar entrar).

- A: Adelanté, ¿qué... qué es lo que necesitas?

- H: Quería saber qué te dijo Víctor.

- A: (él se sienta frente a ella, solo el escritorio los separa) ¡Oh claro! Él necesitaba informarnos que ya analizó los componentes de la antigua gema, era una painita (sonríe).

- H: Pero... ¿cómo... los pocos registros no la vinculan cerca de donde Ahmanet vivió o...

- A: (extiende los brazos y le sonríe) Lo sé, ¿no es increíble? Esto nos demuestra que...

- H: Los antiguos egipcios tenían acceso a lugares donde se encontraba la painita o...

- A: (sonríe) O una buena red de comercio con gente de Birmania o personas que conectaban ambos países (sonríen los dos). Un gran descubrimiento de algo tan inesperado (de nuevo se sonríen).

- H: Sí, así es. Imagino que ahora que la identificó podrá ver qué es necesario para contrarrestar su efecto en el ritual.

- A: (se le borra la sonrisa) Sí (asiente mientras hace boca de pato por la decepción).

- H: Déjame adivinar, lo que necesitamos ya no existe.

- A: (entrelaza sus manos y lo señala con los índices) No, sí existe, de hecho, combina con tus ojos, pero es difícil de conseguir.

- H: ¿Difícil de conseguir y combina con mis ojos?, ¿qué es?, ¿un zafiro o un diamante acaso?

- A: (sonríe) Cerca y lejos al mismo tiempo, Víctor encontró que necesitamos un poco de... (nerviosa) grandidierita (sonríe por compromiso).

- H: (sin palabras) Bueno eso... eso... eso será...

- A: Lo sé, no creo que tengas aquí una gema de mínimo 6 cm de grandidierita ¿o sí?

- H: (aun impactado) No y... ¿segura necesita eso?, ¿no hay otra opción?

- A: Segura, bueno dijo que era esa o una piedra del mismo tamaño, pero de jadeíta (se oye el grito ahogado de Henry).

- H: ¿Jadeíta? (asustado).

- A: (feliz) Sí, ¿de casualidad tienes 3,000,000 de dólares para un quilate de jadeíta? (sonrisa de miedo). No... no tengo a ningún conocido en el área de gemología y aunque conociera a alguien no creo que me regalaran una gema de ese tamaño o tipo para usarla en un ritual así y que probablemente fuera destruida después de este.

- H: No conozco a nadie que tenga, pero... Griffin puede ayudarnos a obtenerla en cuanto sepamos dónde conseguirla, hablaré con él al respecto.

- A: Claro, gracias, será lo único que nos falte, buena, la gema y Jenny, porque los elementos para el ritual los encontré hace un rato en la bodega del museo, bueno de Prodigium, la del museo no, porque sabemos que no son reales y... espero que no tengas problema en...

- H: (niega con la mano) No, para nada, Jennifer estará aquí pasado mañana y... Griffin probablemente consiga todo sobre la gema en tres días, así que... supongo que serás más que feliz por abandonar este lugar en tan solo 4 días (sonrisa triste).

- A: (duda) Sí, así es, muy feliz, te lo dije, yo no... si me fui hace tanto tiempo fue porque no quería regresar y.... en cuanto más pronto terminemos con esto será mejor para todos (sonrisa por compromiso).

- H: ¿Para todos? Querrás decir para ti.

- A: (comienza a molestarse) Sí, me referiría a mí, porque no tiene ningún sentido que permanezca más tiempo ¡aquí!

- H: ¿Que no lo tiene? (molesto también). Amelia, estando aquí podrías continuar con tus investigaciones, hacer descubrimientos como el de hoy con la painita o...

- A: (enojada) ¿O qué Henry?, ¿si me quedó podríamos retomar nuestra amistad, nuestra relación?, ¿eso es lo que está implícito en tu ofrecimiento a quedarme? Porque ni muerta dos veces estaría de vuelta, así que limítate a hacer tu parte de este trabajo y ¡ya!

- H: Pero...

- A: (se pone de pie y avanza a la salida, él la sigue, ella se detiene, da media vuelta y lo señala con el índice) ¡No! ¡Déjame! Ya hiciste suficiente en mi vida como para que siquiera consideres que sería buena idea tenerme de nuevo en las paredes de esta prisión disfrazada de organización ¿no lo crees?