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Camina con felicidad por Prodigium, porque sabe que nadie sospecha que ella tomó el control de ambas, por la hora y porque sigue vestida como Amelia, se toma un momento para apreciar el aire y a los hombres a su alrededor.

Sin embargo, ese ínfimo momento de libertad se ve interrumpido porque nota un pequeño frasco de cristal en el piso, uno que sabe bien que ha visto antes, lo toma y camina al laboratorio.

Ahí descubre que los restos que dejó la pelea están en un contenedor, hay un frasco idéntico, pero en pedazos, entonces recuerda dónde lo vio, primero tirado cerca de Set cuando aún estaba contenido por las cadenas, después, recuerda que, de un frasco igual, Amelia bebió algo para hacerse invisible cuando llegó a Prodigium.

Entonces grita rápidamente y corre hacia fuera de las instalaciones con rumbo desconocido. Al menos hasta que llega a una puerta de un departamento, toca desesperadamente, no hay respuesta, forza la cerradura, pero para su sorpresa no hay nadie, consigue entrar y queda impactada.

Mira todo a su alrededor en la sala, aparentemente no hay nada más que absurdos dibujos en las paredes, rayones sin sentido, pero Xtabay nota que hay algo más, por lo que se recarga en la pared y con esa otra perspectiva descubre el dibujo eral, la daga con la que Amelia apuñalaría a Set.

También nota que hay algo detrás del librero, por lo que va a revisar y se topa con una libreta, de inmediato la hojea, descubre que Griffin había estado haciendo anotaciones sobre Set, Nick, sus poderes, debilidades, la gema, el ritual, todo lo que Amelia había planeado hacer.

Xtabay comienza a relacionar las cosas con cada página que revisa, se da cuenta de que el momento en que las vasijas se rompieron, lo que hizo que Amelia se distrajera, fue causado por él, al igual que el que las cadenas de Set se soltaran y que fue Griffin quien evitó que le clavaran al dios la daga.

Todo cobra sentido para Xtabay, busca en todo el cuarto más cosas y tras ponerlo todo patas arriba, encuentra la daga con la gema, misma que nadie creía perdida, ni siquiera se habían molestado en pensar en ella cuando todo el asunto de los Frankenstein cerró esa velada.

Xtabay, en primer plano, sostiene la daga con las dos manos, pero detrás de ella la puerta se cierra de golpe sin aparente explicación.

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora