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Amelia comenzaba a despeinarse por los ligeros movimientos al tocar el violín, terminó "Primavera-allegro" con una gran sonrisa. Jekyll, por su parte miraba de reojo el monitor de su escritorio.

- N: Eso ya me lo contaron, ¿qué sucedió?

- H: (le vuelve a sonreír, se escucha la transición de "Primavera - allegro" a "Verano - presto" de Vivaldi, vemos que Amelia se detiene, toma un segundo de aire y toca de nuevo la otra pieza) Entre sus noches de investigación y viajes por el mundo con la sociedad, conoció a unas personas en Egipto, ellos la instruyeron en todo lo que siempre quiso saber sobre la antigüedad y otras cosas. Una de ellas fue Ahmanet y su ritual para traer a Set a la vida.

Propuso un artículo a la Real Sociedad, pero fue rechazado, lo tacharon de inverosímil, a ella no le importó lo que dijeran, no fue publicado, pero continuó con toda su investigación en privado. Como los dos nos interesamos tanto en lo que hasta ese momento parecía un mito, hicimos todo lo que era necesario para comprobar su veracidad.

- N: (ahora entiende) ¿Juntos?

- H: (le sonríe y Amelia con el violón también sonríe mientras se mueve mucho) Sí, juntos. A la par le comenté a un viejo amigo sobre nuestro trabajo de investigación, en el cual se interesó demasiado, por ello me ofreció una oportunidad única en la vida, tener todo lo necesario a mi disposición para continuar con mi investigación, la de Set, la de Ahmanet y cuantas yo quisiera. Llamé a un par de amigos, cuyos proyectos me parecían algo que... replantearían la manera en que ciertas áreas de la ciencia serían vistas y financié sus investigaciones, mientras eso sucedía, así creamos entre los tres Prodigium.

Tras un par de meses, y ante la incansable lucha e Amelia por descubrir la verdad de Ahmanet, decidí invitarla a Prodigium. Aceptó tras un par de intentos, ella no creía que fuese real mi ofrecimiento y consideraba que unirse a una organización secreta le perjudicaría, que haría que la Real Sociedad prescindiera de sus servicios, pero en el momento en que le comenté que podría seguir con las investigaciones, publicar cuanto deseara, ella accedió.

Vemos que Henry la lleva a las ahora oficinas de Prodigium, Amelia está maravillada con todo lo que, obviamente es tecnología más vieja de la que ahora se tiene, está muy feliz, señala, toca los objetos, le sonríe a Henry y lo abraza. Jekyll la lleva a un pequeño cuarto con un escritorio lleno de libros sujetos por un moño negro y una pequeña pirámide decora un librero, ella ríe al verla, la toma, analiza y vuelve a agradecerle.

Ambos sonríen en el presente, Amelia ya está más despeinada porque cabecea más y sus dedos son más rápidos.

- H: Poco después (flashback en la oficina, pero entran Griffin y Víctor jóvenes) le presenté a mis socios, todos estaban interesados por los trabajos de los demás, Amelia con Ahmanet, Set y las maldiciones; Griffin con la creación de un suero capaz de convertir aquello visible en distorsión de la luz para hacerlo invisible; y Víctor, las nociones sobre la vida, la muerte, la Tierra, el cielo, el alma, por ello creó... creó... Todos nos interesábamos en lo de todos.

- A: (en el flashback, es otro día, pero están en la oficina de ella, quien se levanta y sirve dos tragos) ¿Y tú?

- H: ¿Qué? (sonríe, levanta la mirada de un texto en el que tachaba cosas para verla frente a él) ¿Yo qué Amelia?

- A: En el tiempo, corto o largo, como quieras pensarlo, en todo este tiempo que tengo aquí he visto y trabajado en los proyectos de Víctor, Griffin, el otro sujeto, básicamente en los de todos, pero ¿y tú?, ¿en qué trabaja mi neurocirujano y patólogo favorito? (le sonríe, se acerca a él, se sienta en el escritorio y le extiende el vaso).

- H: (toma el vaso y le sonríe tímidamente) Es... es solo...algo que revela la verdadera forma del ser humano, muestra lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros.

- A: (interesada) ¡Vaya! ¿Y puedo ver tus avances?

- H: (se sonríen, él ríe, beben) No, y espero que jamás llegue el día en que tengas que verlos o trabajar en ello (se ríen).

- A: (deja el vaso en el escritorio, sigue sentada en el filo de este y frente a Henry, se inclina y queda muy pegada a él, se toma unos segundos para mirarle todo el rostro, él está muy nervioso) ¿En serio? Que lastima, porque realmente me habría gustado saber más sobre tu investigación y así... (le susurra al oído) pasar más tiempo juntos (se aleja de él), pero ni hablar, no será así, lástima.

- H: (ríe un poco) Créeme, es mejor así, entre menos involucrados haya...

- A: (sonrisa pícara) ¿Mejor? (levanta las cejas).

- H: En efecto.

- A: Déjame preguntarte algo Henry, el que no me permitas participar en tu investigación, pero a Víctor y Griffin sí, ¿tiene algo que ver con el hecho de que te atraigo o es más una cuestión solo para "hombres"? (hace las comillas con las manos, le sonríe pícaramente, levanta una ceja, cruza las piernas y manos mientras lo mira).

- H: (ríe, está sonrojado) Así que ¿crees que me atraes? (ahora suena Otoño – 1er movimiento - Vivaldi, se sonríen).

- A: No lo creo, lo sé, ¿crees que eres el único amigo de Griffin? ¿en serio piensas que él guardaría tus secretos cuando uno de ellos involucra a su chica americana, quien es su amiga también? (sonrisas y risas). Deberías replantearte más qué cosas le contarás a tus amigos y pensar en que lo mejor que puedes hacer con alguien, o al menos conmigo, es ser honesto (había volteado al techo y luego lo mira al decirle honesto), porque m agrada que una persona sea directa, franca, que diga lo que siente y no ande con rodeos, así que... ¿tienes algo que decirme Henry? (le sonríe con la cara recargada en su puño, él está nervioso).

- H: (suspira, la ve, sonríe y tras un silencio) Sí, ni con ese discurso falso de que yo te gusto y tú a mí lograrás que te deje participar en mi investigación (se miran unos segundos, luego estallan en risas).

- A: (se levanta, le pega con la mano en el pecho y se va a sentar a su silla, los separa el escritorio ahora) Te odio (ríe), ¿en serio no creíste mis mentiras?

- H: (se levanta, avanza a la puerta, se detiene en el marco, ríe al verla) No, ya que jamás le diría a Griffin algo de esa naturaleza (se sonríen).

- A: Descansa Henry.

- H: Descansa Amelia.

Él se va, ella se queda con una gran sonrisa, da la vuelta en su silla, con ambas manos mueve un lápiz para distraerse, pero le es imposible dejar de pensar en que Henry no le creyó, sonríe, vuelve a su libro y anotaciones.

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora