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Henry tomaba una taza de té en su oficina cuando Malik entró.

- M: Señor.

- H: ¿Sí Malik?

- M: Su siguiente dosis (le da un maletín).

- H: (de pie, lo toma y prepara la jeringa) Gracias Malik.

- M: La mujer que nos brindó la investigación de Xtabay se ofreció a llevarnos a ese pueblo cuando usted lo desee, cuando los dos lo deseen.

- H: (sonrisa de tristeza) No será necesario Malik, Amelia no está interesada en ir, ni siquiera quiso leer o saber más sobre la investigación.

- A: ¿No está interesada? No me parece que sea algo que ella haga (sorprendido).

- H: No, ni a mí me parece... (se queda atónito por un segundo, mira a todos lados recordando) Dijo "separarnos a Amelia y mí".

Henry no terminar de formular su idea, porque todo en su mente empieza a conectarse, a tener sentido, la forma en que le habló, el alejarlo de ella por un rato, el querer estar sola en su oficina, el perfume y, sobre todo, la renuencia a aceptar saber que podría haber una forma de acabar con Xtabay.

Henry voltea rápidamente a ver las cúpulas, el Xtabentún está marchito y el tzacam tiene varias flores ya de un rosa muy vibrante.

- H: ¡¡Carajo!!

La momia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora