LOS SECRETOS DE AVALÓN - G!P

C: 22 - LA VELADA DE LOCKHART

Hogwarts-

-El día en que casi debían volver a casa la mayoría de estudiantes para pasar Navidad o Yule, casi había llegado. Faltaban cuatro días, y mientras tanto, el equipo Anti-Lockhart estaba más que listo para atacar al día siguiente.

Emily y Atlanta habían hecho lo posible para ser más favoritas de Lockhart, y lo consiguieron. Eran las que más aprendieron sobre aquella absurda biografía. Podía decirse que incluso sus notas del primer examen en aquella materia fueron perfectas gracias a aquello.

Harry y Draco también habían sido un dúo perfecto. Lockhart los tenía a la mira, habían asistido a cada clase privada con él y las niñas; donde no solo tenían que soportar no vomitar o irse directo a los golpes con el hombre. Si no también soportar sus insinuaciones por todo ese tiempo.

Ron era otra cosa, había sido el encargado de buscar de más ayuda. Apollo y Hermione habían llegado a la conclusión de que necesitaban no sólo un profesor para que las verdaderas intenciones del hombre fueran reveladas. Así que, el pelirrojo estaba con otra gran ayuda, hablando y comunicándole todo lo que ya sabía.

Apollo y Hermione, bueno, sólo esperaban al niño. Apollo ya había hablado con quien le pareció la mejor opción, y después de decirle que era para destruir y desterrar al enfermo de Lockhart, acepto sin más explicaciones.

Así que allí estaban, una castaña y un rubio, sentados en una banca frente a la oficina de Mcgonagall, uno a lado del otro. Estaban en un silencio confuso desde hace cinco minutos. Los dos, sin aceptarlo, estaban de acuerdo en que el silencio no era incómodo y eso se les hacía confuso. ¿Por qué no era así?

Hermione miraba de reojo al niño, se dio cuenta de que la piel de Avalón en serio parecía la de un muerto por hipotermia, era muy gris, blanca; se sorprendía de que en serio pudiera estar vivo.

Pero su vista fue interrumpida cuando Apollo se dio cuenta, giró su cabeza para mirar directamente al rostro de Hermione, quien sintió un pequeño sonrojó por haber sido descubierta-

Apollo: ¿Qué me miras? -alzó una ceja-

Hermione: Nada. -desvío su vista- Es solo que tienes la piel muy pálida, ¿no lo crees?

Apollo: Ah, eso. -suspiró- Sí, me lo dicen mucho. -llevo su vista al frente-

Hermione: ¿Y sabes por qué? Atlanta también tiene el mismo tono de piel que tu.

Apollo: Bueno, somos mellizos. -se encogió de hombros- Pero cuando era niño... uno más pequeño.

Hermione: ¿Un bebé?

-el rubio asintió-

Apollo: Cuando era un bebé, de unos cuatro años, más o menos. Recuerdo que mamá, antes de volverse fría, nos decía a Atlanta y a mi que nos parecíamos al abuelo, incluso a la tía. Que teníamos el mismo tono. -sonrió nostálgico-

Hermione: ¿Tienes una tía? -se sorprendió-

Apollo: No lo sé, quizá fue una amiga suya pero, debió ser del pasado porque conforme crecimos, mamá jamás la mencionó.

Hermione: ¿Y tú abuelo? Bueno, los dos. Tu abuelo paterno y materno. ¿Qué sabes de ellos?

Apollo: Hmm, no habló mucho con el débil de mi padre, pero la abuela una vez nos dijo a Atlanta y a mi que se quedó dormido hace unos años. -la miró- No sé qué significa eso.

-Hermione suspiró, ella sí sabía lo que significaba... el hombre había muerto. Se sintió triste por Apollo, sabía perfectamente lo que perder a un abuelo o ser querido significaba, era el peor sentimiento-