LOS SECRETOS DE AVALÓN - G!P

C: 114 - EL PROPÓSITO

Bosque de Herefordshire-

-Mientras más se adentraban Hermione, Apollo, Atlanta y los demás, Eros se resguardaba dentro de una pequeña tienda mágica justo frente a su enorme torre hecha de madera y construida por manos de los hombres y magos a quienes había secuestrado.

Los pequeños copos seguían cayendo y ahora cubrían más las montañas a lo lejos. Los altos árboles y pinos ayudaban a que, al menos en el tramo donde Apollo corría, aún no hubiera nieve sobre la tierra, algo que detestaba un poco, porque la verdad es que estaba un poco cansado en esa fría noche como para tener que correr a ciegas-

Harry: ¿A dónde vamos? -preguntó mientras corría detrás de los mellizos, agarrado de la mano de su novio-

Apollo: A buscar a Eros. -respondió-

-y apenas Hermione, Harry, Emily y Draco escucharon a dónde se dirigían los mellizos, se frenaron. La pelinegra, quien iba de la mano con Atlanta, la hizo detenerse de golpe, y la rubia, al girarse, pudo ver los rostros llenos de sorpresa de cada uno de ellos-

Apollo: ¿Qué pasa? -se giró impaciente- ¿Por qué se de...

Draco: ¿Por qué quieren buscar a Eros? -preguntó confundido-

Atlanta: Debemos detenerlo ya.

Emily: Pero es peligroso.

Harry: Exacto. Atlanta, Apollo, no creo que...

Apollo: Ustedes aceptaron venir con nosotros, Potter. -lo miró mal- Si no les parece el plan, entonces den media vuelta e intenten volver a la tienda, pero nosotros debemos buscar a ese infeliz.

Hermione: ¿Por qué?

Atlanta: Porque si no lo hacemos, una de mis visiones empezará a cumplirse. -expresó de inmediato, mirando con impaciencia a todos los presentes-

-Todos la miraron perplejos, en especial Apollo, quien al estar inconsciente en una enorme parte del tiempo, no sabía que había tenido otras-

Atlanta: Y créanme cuando les digo que no es una buena.

Apollo: ¿Tuviste otra visión? -se acercó a ella-

Atlanta: Sí. -confesó rendida-

Emily: Sabía que habías tenido visiones malas. -expresó ofendida- ¿Por qué no nos lo dijiste, Rhea? -la miró- Pudimos haberte ayudado...

Atlanta: Solo no quería que me tacharan de loca.

Draco: ¿Tú? -alzó una ceja- Hemos estado conviviendo con la loquita del bosque desde hace meses. -apuntó a la castaña- Créeme que ya nada puede hacer que juzguemos aquí.

-Apollo miró con confusión a Hermione, quien suspiró con una pequeña sonrisa al recordar a la pequeña niña que decía ser su hija en aquellos sueños que tenía, y al acercarse al rubio, lo tomó de las manos-

Hermione: No estoy muy segura, pero creo que nuestra futura hija estuvo ayudándome a encontrarte. -le susurró con tranquilidad-

Atlanta: ¿Futura hija? -alzó una ceja, perpleja por lo que había escuchado-

Emily: Dice la verdad. -miró a los mellizos- Suena loco, pero estuvo soñando con una niña y la guió hasta la estatua caída. De no ser por ella, quizás nunca los hubiéramos encontrado.

Draco: Sí, bravo, la esquizofrenia de Granger nos salvo. -rodó los ojos- Ahora, ¿pueden decirnos de qué trata esa visión? -miró a la rubia-