C: 115 - UNA SOLA OPORTUNIDAD

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Campo libre, afuera
de la cabaña de Eros.
Bosque de Herefordshire-


-El reloj que ahora estaba en el bolsillo de alguien más, continuaba sonando su característico tic tac cuando todos salían de la tienda.

Eran las tres de la madrugada del dieciocho de Octubre cuando el cielo seguía sin ninguna estrella, incluso la Luna se había ocultado, y la oscuridad reinaba junto al helado frío que golpeaba los rostros de todos los presentes con el viento.

Aun así, gracias a la enorme torre cubierta de antorchas desde el primer tramo del escalón, hacia la cima, los copos de nieve que habían caído cerca de ella, habían sido derretidos, dejando el enorme campo verde húmedo y lodoso.

Aun así, fue Hermione Granger quien era la única que escuchaba el tic tac del reloj, al ser ahora la portadora de este. A su lado izquierdo se encontraba Atlanta Avalón, y del lado derecho, Emily Agreste. Siguiéndoles el paso, estaban Harry Potter, Draco Malfoy y Regulus Black, este último mirando a todos lados, alerta a cualquier señal de amenaza.

Y Apollo, bueno, físicamente no estaba, pero frente a los cinco jóvenes y el único adulto, iba un hombre alto, delgado, con el cabello rubio un poco largo que caía hasta los hombros, unos ojos azules claros y una sonrisa adornando su rostro. El hombre, vestido con una ropa de época, solo caminó con la frente en alto, mirando a su alrededor.

Observó la torre con nervios al ver desde la pequeña distancia, a todos los secuestrados ocupando sus lugares sobre ella, incluso se sintió impaciente al ver a los adultos incluso de pie y sin poder moverse en ella, desde Lily Evans, James Potter, Adrien y Marinette Agreste, Sirius Black, Dorcas Meadowes, Remus Lupin, Peter Pettigrew, Narcissa Malfoy... y Cassandra Avalón.

Todos en fila, poseídos y sin expresión en sus rostros, siendo esclavos más para esa especie de ritual que se estaba a punto de llevar acabo.

Y Eros, a tres metros de la torre, con una antorcha en su mano, de espaldas al hombre de ropa antigua y sonriendo con malicia al ver su propia creación por fin terminada-

Anteros: Eros. -pronunció el hombre apenas quedó a dos pasos detrás de él-

-sorprendido por escuchar esa voz tan familiar, Eros se giró un poco sobre sus propios talones-

Eros: ¿Anteros? -preguntó confundido al ver a su hermano mayor, vivo y frente a él-

Anteros: Ellos me revivieron. -murmuró con simpleza, sin darle la cara a los jóvenes-

-y a Regulus-

Atlanta: Él te intentó detener una vez. -expresó con firmeza- Y si recuerdas, nosotros también. Y ahora lo haremos juntos.

-Eros rió al escuchar eso, mirando a todos con diversión, pero cuando su vista quedó en el hombre frente a él, suspiró-

Eros: Yo. Yo pude darte todo lo que hubieras deseado. -susurró apuntandole con su dedo índice- Pudiste ser un mago libre y mí mano derecha en esta gran revelación qué estoy a punto de hacer. Muchas veces te lo mencioné, ¿lo olvidaste? -sonrió burlón-

Anteros: Lo sé. -respondió de inmediato- Pero no vine a detenerte. -expresó en voz alta, sorprendiendo no solo a su hermano, sino también a los que estaban detrás de él-

Harry: ¿Qué? -preguntó en un susurro-

-Hermione incluso se confundió, dando un paso adelante, pero sintió la mano de Atlanta en su antebrazo y la detuvo con un pequeño apretón-

 LOS SECRETOS DE AVALÓN  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora