C: 36 - CABALLO

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Callejón Knockturn-


-Las horas para que Astrea Avalón regresará a Grecia estaban contadas. Le faltaban cinco horas, y en lugar de quedarse en la mansión para terminar de empacar, estaba en el Callejón Diagon.

Atlanta también lo estaba, y ambas rubias caminaban hasta Borgin y Burkes, en el interior del Callejon Knockturn. ¿La razón? Un enano rubio que iba hasta el frente, con una sonrisa de oreja a oreja y la mente a mil por horas.

En dos días regresaban a Hogwarts, y no quería volver al castillo sin antes comprarle un presente a la castaña que no dejaba de empezar a acelerar su corazón, sin comprarle algo lindo y único a la chica de ojos marrones que lo había hecho feliz.

Él nunca había recibido un regalo, y ahora quería hacer lo mismo por Hermione, para demostrarle lo cuan agradecido estaba por su existencia en su vida. Así que aquellos tres rubios caminaban a aquel lugar, solo para comprar un regalo de una nacida de muggles-

Atlanta: Es lindo verte en esta faceta de chico enamorado, Apollito, pero... ¿era necesario venir a exactamente este lugar? -murmuró abrazándose a su abuela en busca de protección-

Apollo: Ya se los dije, no estoy enamorado. -la miró mal- Pero sí, estamos aquí porque es el lugar indicado.

Astrea: ¿Y qué le vas a comprar a la señorita Granger? -lo miró curiosa-

Apollo: Un collar de diamantes. -sonrió emocionado y se giró para mirar a ambas-

-Astrea y Atlanta quedaron perplejas al escuchar aquello-

Atlanta: ¿Un qué? -se separo de la mujer mayor-

Apollo: Sí. -sonrió- Bueno, aún no decido si de diamantes o esmeraldas. Uhh, ¿crees que el Sr. Borgin venda piedras escarlatas? -la miró emocionado- Resaltaría con su uniforme.

Astrea: Ay no puede ser. -rodó los ojos- No eres bruto porque no puedes más. -caminó hasta el rubio y golpeó su cabeza con su bolso-

Apollo: Auch, ¿qué les sucede? -las miró ofendido-

Atlanta: Tenías que pensar como hombre con dinero. -rodó los ojos dándole un zape-

Apollo: Se están pasando. -se cruzó de brazos-

Astrea: Apollo, esa jovencita es nacida de muggles, y una adolescente normal. Comprarle un collar de diamantes no es el regalo perfecto para alguien que te gusta.

Apollo: Tienes razón. -murmuró pensativo- ¡Tengo que comprarle dos collares! -sonrió- Sabía que debía traerlas. -las miró feliz antes de volver con su caminata-

-Atlanta rodó los ojos, estirando sus brazos intentando estrangular a su hermano desde la distancia-

 LOS SECRETOS DE AVALÓN  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora