La familia Avalón tiene secretos, uno importante es sobre aquella niña de cabello corto y rubio; a quien todo mundo parecía tratarla como un chico más.
Su vida siendo de las más prestigiosas: Tenía dinero, poder, era sangre pura y su familia era de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hogwarts-
-El resto del año para ambos protagonistas pasómásrápido de lo que esperaban.
Las alergias de primavera de Apollo no se hicieron esperar, y como cada año, el rubio teníaaquella peculiar nariz en un rojo andante. Hermione, de lejos, sonreía divertida mientras recordaba con nostalgia como hace un año el mismo niño que sufría de alergias al polen mágico y polen muggle se había armado de valor y le había llevado flores del jardín a la enfermería.
Flores que aúnconservaba, entre las páginas de su libro favorito, era el mejor detalle que jamás alguien le había dado. Y debajo de su cama, aún estaba el regalo que ella quería darle al niño de ojos azules desde Navidad. Le hubiera encantado poder dárselo, pero desgraciadamente el destino volvió a jugarles en contra.
Se ignoraban, ese fue el pan de cada díadespués de aquella tarde en que ella y su mejor amiga habían entrado a la Sala Común de las serpientes. Incluso Emily se veíamásdecaída, entendía la razón, nuevamente había sido rechazada por la misma niña. El presente que la pelinegra le tenía a Atlanta ahora era guardado en el cajón de su mesita de noche, en espera de saber sialgúndíasería entregado.
Pero a esas alturas era demasiado difícil creer quesucedería. Apollo en ningún momento alzó su vista o busco a Hermione, sabíaquedebía concentrarse en su obligación y proteger a su hermana, así que no tenía tiempo se pensar en su vida y la de la castaña.
Y eso puso a Hermione triste; ella sí que lo miraba. Cada que estaban en clases, cada que coincidían en la biblioteca cuando el niño iba por su mismo cuento infantil que adoraba leer, cada vez que iban al Gran Comedor, cada vez había un partido de quidditch por ver. A la castaña no le gustaba mucho aquel deporte, pero iba con sus amigos para acompañarlos y apoyar a su casa; ver al rubio en cada partido, a pesar de no ser su casa la que jugaba, la hacía sentir un poco feliz, con verlo a la distancia y por unas cuantas horas o minutos era más que suficiente para ella.
Y cuando el verano llegó, supo que sería uno diferente. No vería a Apollo en dos meses, empezaba a extrañarlo y aún no se alejaban, aunque era claro que ya estaban más que separados desde hace tiempo.
