C: 44 - ¿QUÉ LE PASÓ AL ENANO?

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Mansión Avalón.
Londres-

-La madrugada en que Apollo y Cassandra habían llegado a Londres había sido de total agotamiento. Ambos estuvieron de acuerdo en que ni siquiera despertarian a Eros y a Atlanta cuando llegaron a la Mansión.

Cassandra se despidió de Apollo antes de subir a su habitación, mientras Apollo terminaba de cerrar las puertas. Cuando lo hizo, junto a su equipaje de mano, subió las escaleras hasta llegar al piso donde la habitación que compartía con Atlanta estaba.

Al entrar, el aroma a la colonia que su hermana usaba, llegó a sus narices. Rodó los ojos, definitivamente su hermana había aprovechado su libertad para hacer unos cambios en la habitación. Y lo pudo comprobar al ver unos póster del equipo favorito de quidditch de la rubia, además de motocicletas y una mujer con lencería.

El rubio desvío su mirada, sintiendo sus mejillas sonrojarse al ver eso. ¿Qué acaso Eros no se dio cuenta de que Atlanta compró eso? Empezaba a creer que su hermana tenía serios problemas de lujuria acumulada en ese pequeño cuerpo que tenía.

Y hablando de la rubia. Apollo la encontró durmiendo en su cama. Gruñó enojado, ¿había estado durmiendo ahí todo el verano? Esperaba que no, porque si esa así, ella estaría en problemas.

Aun así, estaba tan cansado del viaje que solo dejó su equipaje de mano en la esquina de su cama, y sin querer ponerse el pijama, se aventó a su cama, ignorando a su hermana, quien dormía babeando a su lado mientras abrazaba a su conejo de felpa-




-No fue hasta que sintió como rebotaba en la cama una y otra vez, es que Apollo abrió sus ojos, asustado y sentándose de golpe en su cama. Todo para encontrarse a Atlanta Avalón brincando en su cama, emocionada de volver a verlo.

Y cuando la rubia vio a su hermano despierto, no dudo en aventarse contra él-

Atlanta: ¡Rodolfo! -gritó emocionada, aferrándose al cuerpo de su hermano como un Koala-

Apollo: Atlanta, por Merlín, dame espacio. -murmuró enojado-

-odiaba que lo despertara así, y más que lo abrazara de la nada-

Atlanta: Creí que volverían hoy por la noche. Por Merlín, no tienes idea de lo mucho que te he extrañado. -sonrió feliz- El verano sin ti fue increíble, pero definitivamente Extrañé a mi doble malvado.

-el rubio rodó los ojos-

Apollo: Buenos días a ti también, hermanita.

Atlanta: ¿Días? -repitió divertida- Apollo, Son las tres de la tarde.

-Apollo se sorprendió al escuchar eso, miró hacia la ventana de su habitación y se dio cuenta de que el sol estaba en su máximo punto sobre la mansión. ¿Cuánto tiempo había dormido? Sintió que solo habían sido unos minutos-

Apollo: Yo... Olvídalo. ¿Qué tal las cosas con Eros? ¿Te trato bien?

Atlanta: Claro. -sonrió- Me dejo remodelar la habitación. ¿Te gusta?

 LOS SECRETOS DE AVALÓN  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora