C: 84 - LA MANSIÓN AVALÓN

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Casa Potter-

-Apenas los dos jóvenes valientes que irían a aquella misión llegaron a la sala de los Potter, un Regulus Black los miró con cansancio, sentado en el sofá de aquella casa-

Regulus: Al menos no tardaron. -mencionó mirando la chimenea frente a él- James y mi hermano aún no vienen. Dorcas ya no debe tardar, esta en la cocina intentando relajar a tus padres. -miró a la castaña- Casi se les bajo la presión al escuchar que irías con nosotros.

Hermione: Por Merlín. -jadeo preocupada- Yo debo...

Regulus: No, descuida. Ya deben estar relajados o dormidos en estos momentos. -interrumpió, mirando su reloj de bolsillo- ¿Están preparados? -los miró serio-

Apollo: Traigo mi varita y tres barras de chocolate.

Sirius: ¿Por qué llevas barras de chocolate a una misión de la Orden, McKinnon? -lo miró divertido, llegando a ellos junto al azabache mayor-

Apollo: Nunca se sabe cuando se necesitará una barra de chocolate. -se encogió de hombros, provocando una sonrisa en la castaña al escuchar aquello-

James: Eres igual de raro que tu madre.

Apollo: Tú cállate. -rodó los ojos-

Regulus: Adoró a ese niño. -comentó divertido después de ver el rostro de enfado en su amado azabache-

Dorcas: Bien, Jean y Wendell están muertos. -respondió llegando a ellos-

Hermione: ¡¿Qué?! -la miró alarmada-

Dorcas: Tranquila, Hermione. Es un decir. -soltó una risa- Lo que intento decir es que ya están inconscientes. Les di tres tazas de ese té raro que Astrea hace...

Apollo: ¿El té de relajación?

Dorcas: Sí.

Apollo: Eso los mantendrá dormidos de aquí hasta mañana. -la miró alarmado- Son Muggles, reaccionan diferente a nosotros. Tardan más...

Sirius: Suficiente tiempo para ir y volver.

James: Bien, entonces no hay tiempo que perder. Ahora vamonos, debemos ir a tu casa, Avalón. -lo miró-

Apollo: No, no, no. -sonrió altanero- Esta pocilga en la que estamos ahora es... una casa. -hizo una mueca- A dónde iremos es mi mansión. Mi hogar. -lo miró con firmeza-

James: Disculpe, su majestad. -rodó los ojos- ¿Sería tan amable de salir de esta humilde morada y así dar inicio al plan? ¿O tiene que ir a buscar a alguien que le lavé los pies? -frunció el ceño-

Apollo: ¿Tú lacayo hijo sabe lavar pies? -lo miró con malicia-

James: Eres un...

Regulus: Y ya nos vamos. -interrumpió a aquellos dos-

-Hermione rodó los ojos, su novio sí que era presumido. Pero aún así, entrelazo su mano con la de Apollo y ambos salieron de la casa Potter, con los adultos que los acompañarían en aquella misión.

Apenas llegaron a las afueras, fue Dorcas quien estiró su brazo al frente-

Dorcas: Todos agarren una parte de mi brazo, o mano. Llegaremos a la Mansión Avalón en una aparición...

Apollo: Otra vez no. -la miró con cansancio-

Dorcas: Más vale controles ese vomito, rubio presumido. -lo miró divertida-

 LOS SECRETOS DE AVALÓN  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora