C: 82 - CAMBIOS

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Hogwarts-

-Después de todas las clases de aquel día, y después de sus prácticas privadas para aprender hechizos de Defensa y Ataque con Regulus, Apollo termino en su habitación, en su Sala Común de Slytherin, dándose una buena ducha.

En serio la necesitaba.

Estaba saliendo con un pantalón formal puesto, su torso descubierto y lleno de algunas gotas del baño que se había dado, junto con su toalla sobre sus hombros. Su cabello rubio estaba mojado y caía sobre su frente, sus pies descalzos hacían que el ojiazul dejara marcas de sus huellas a cada paso que daba.

Y apenas llego a la orilla de su cama, la puerta de su habitación fue abierta de golpe, asustandolo de inmediato, mientras su hermana melliza entraba con su pijama verde de Slytherin.

Apollo rodó los ojos, ofendido al ver a su hermana, tapándose su torso desnudo, algo que hizo a Atlanta Avalón rodar los ojos-

Atlanta: ¿De qué te cubres, Tonto? -sonrió divertida- Somos hermanos. Te conozco desde que estábamos en el vientre de mamá. Quizá no compartimos la misma bolsa, pero sí estábamos juntos.

Apollo: Como siempre. -suspiró rendido, buscando un suéter negro para ponerse de inmediato- ¿Qué haces aquí?

Atlanta: Te vi en la clase del Profesor Black. -sonrió acercándose a su hermano- Hablabas con Hermione. ¿Ya todo esta bien?

Apollo: Aun no lo sé. -suspiró- Al salir solo caminamos por el castillo, yo la escuché hablar de sus materias favoritas aquí en Hogwarts, que por cierto, son todas. -sonrió divertido- Hasta que llegó Ginny Weasley y se fueron juntas a su Sala Común. -miró a su hermana- No hablamos de nuestra lejanía, pero hablaremos en un rato.

Atlanta: Ya saben tu secreto, ¿no? -suspiró- Por eso estas tan distante y tan raro.

Apollo: Lily. -miró a su hermana, con un resentimiento en su corazón- Se lo dijo al idiota de su hijo, y Harry me hizo saber que lo sabía. Cormac estaba del otro lado de las puertas donde nos detuvimos a platicar y bueno...

Atlanta: Por Merlín, ahora entiendo por qué tantos murmullos entre la rivalidad de ustedes dos. -se sorprendió- ¿Qué piensas hacer con él?

Apollo: Sinceramente no lo sé. Pienso pedirle a Regulus que me enseñe el Obliviate, es la única forma de usarlo contra McLaggen y acabar con esto de una buena vez.

Atlanta: Podría funcionar. Pero, ¿y Hermione?

Apollo: Creo que se lo diré hoy. -la miró atento-

-la rubia miró a su hermano con sorpresa, jamás creyó que ese día llegaría-

Atlanta: ¿Hablas en serio?

Apollo: Sí. -sonrió tímido- Ya no quiero más secretos y obstáculos en nuestro camino. Ni siquiera somos novios oficiales y ya estamos con problemas. -rodó los ojos- No quiero eso, no quiero que tengamos estas complicaciones.

Atlanta: Me haces sentir orgullosa, Rodolfo. -sonrió feliz- Solo mírate, ya estás enorme, y ya te diste cuenta de que eres amado, una linda chica te quiere demasiado. -lo miró- Te mereces eso y más.

 LOS SECRETOS DE AVALÓN  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora