LOS SECRETOS DE AVALÓN - G!P

C: 68 - DISTRACCIÓN PARA LOS RUBIOS

Valle de Godric.
Casa Potter-

-El once de Julio había llegado, era de tarde, cuando Lily Potter se había llevado a Apollo, a Atlanta y a Harry para "arreglar" la casa de "posibles" apariciones inoportunas.

Según, debían protegerla y tenerla completamente resguardada por si algún sirviente de Eros o el mismo rubio que los cuatro odiaban se atrevía a aparecer.

Los mellizos sin dudarlo aceptaron, harían lo que sea para proteger a su madre y a las personas que ella amaba, en especial a los adultos; ellos no iban a dejar que alguien más de la vida de su madre como una McKinnon se fuera de su lado.

Así que Lily los tenía a todos en el ático de la casa Potter. Harry con un pijamas, ya que lo habían despertado, y los mellizos con unas bermudas verdes y una camisa de tela blanca con las mangas hasta los codos.

La pelirroja no iba a mentir, se le hacía adorable que ambos rubios se vistieron iguales.

Pero era claro que solo la ropa era lo único que compartían, además del apellido, el color de los ojos, de piel... bueno, quizá en apariencia todo.

Pero no el carácter-

Apollo: Te ves ridículo con esa pijama de hipogrifos, Potter. -rodó los ojos-

Harry: ¿Disculpa? -lo miró mal- Estoy en mi casa por si no te has enterado, creo que tengo el derecho de vertir como quiera.

Apollo: Ahora sé por qué este lugar es un asco. -gruñó- La gente que vive aquí lo es.

Harry: Cállate, Avalón.

Lily: Chicos...

Apollo: Tú no me vas a callar. -se cruzó de brazos-

Atlanta: Apollo...

Harry: Les damos techo y comida, lo mínimo que puedes hacer es agradecer.

Apollo: El día en que Eros se muera quizá piense en enviarte una nota de agradecimiento. -le apuntó- ¡Mientras tanto tengo que lidiar estar aquí, y no en mi mansión! -gritó frustrado-

Harry: ¡Entonces vete! Lo siento si no vivo en un castillo o una enorme mansión como la tuya, pero al menos mi padre no es un mago tenebroso. -escupió con enojo-

-Lily se sorprendió al escuchar eso. Los ojos de Apollo incluso mostraron la sorpresa al escuchar las palabras del azabache.

Quería aventarse contra él, en serio estaba dispuesto a golpearlo al estilo muggle, pero sonrió con malicia, acercándose al azabache quien se confundió al ver el enorme aura que irradiaba ahora el rubio, aunque si le preguntaban a Harry, no era una buena-

Apollo: Quizá el estúpido de mi padre sea un mago tenebroso, pero al menos mi madre no es... una sangre sucia. -susurró-

Atlanta: ¡Apollo Avalón! -lo miró mal-

Lily: Yo... creo que debo... Los veo después, niños. -susurró, antes de salir de aquel lugar-