C: 99 - EL APRENDIZ SE CONVIERTE EN MAESTRO

918 89 201
                                    

Hogsmeade-
Tres Escobas-


-Apenas Hermione Granger entró a aquella taberna ubicada en Hogsmeade, donde la mayoría de jóvenes estudiantes de Hogwarts llegaban a pasar su tarde, visualizo con nervios todo el lugar, hasta que al ver a su rubio favorito limpiando con un pañuelo la mesa, sonrió divertida, acercándose a él.

Apenas quedó a sus espaldas, escuchó a su novio susurrar cosas respecto al mal y sucio trato que había en ese establecimiento. La castaña, divertida, le dio tres pequeños toques en su espalda al chico, quien se sobresaltó un poco, pero al girarse, sonrió-

Apollo: Llegaste. -la miró feliz- Lindo lugar para nuestra primera cita, ¿no crees? -sonrió con nervios-

Hermione: Si quieres podemos ir a otro lugar. -sonrió divertida-

Apollo: No, no, no en vano limpié todo este cuchitril con mi pañuelo de seda. -expresó con un dedo al aire- Ven, déjame ayudarte a tomar asiento.

-Hermione prácticamente fue empujada a una silla de madera de aquel lugar, donde Apollo rápidamente la sentó y la acomodo correctamente. Rodeó rápido aquella mesa para sentarse frente a ella, y con una sonrisa tonta, suspiró-

Apollo: Adoro tenerte frente a mi. -confesó-

Hermione: Opino lo mismo, no puedo creer que estemos en nuestra primera cita. -sonrió feliz- Bueno, la oficial, en un lugar con personas y no en la Torre de Astronomía.

Apollo: Oye, no le hagas el feo a la Torre Astronómica. Sabes que ella nos unió mucho desde el principio. -sonrió divertido-

Hermione: Lo sé. -sonrió- Sin duda es de mis lugares favoritos en Hogwarts.

Apollo: Puedo entenderte.

Hermione: ¿Cuál es tu lugar favorito en el castillo? -lo miró curiosa-

Apollo: Dónde estén tú y mi hermana para mí siempre será mi favorito. -se encogió de hombros, sonriendo sin darse cuenta de aquella respuesta tan perfecta-

-Hermione sonrió enternecida al escucharlo decir eso, sin duda le causaba amor el tener la versión romántica de Apollo solo para ella-

Apollo: Yo... te traje algo. -sonrió tímido-

Hermione: Por favor, dime que no es otro collar caro. -lo miró nerviosa-

Apollo: No, claro que no. -sonrió divertido- Yo... te compré un broche. -murmuró nervioso, llevando su mano al bolsillo de su abrigo que estaba colgado colgado en el respaldo de su silla-

-y apenas lo sacó, envuelto en un papel café, lo dejo sobre la mesa, empujándolo con timidez para dejarlo frente a su novia, quien sonrió confusa y divertida al ver claramente los nervios del chico-

Hermione: ¿Un broche?

Apollo: Sí, ya sabes, lo que usan las chicas en el cabello. -sonrió tímido-

Hermione: Sé lo que es un broche, Renito. -lo miró divertida- Es solo que es la primera vez que me regalan eso.

 LOS SECRETOS DE AVALÓN  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora