LOS SECRETOS DE AVALÓN - G!P

C: 69 - FELIZ CUMPLEAÑOS, MELLIZOS

Valle de Godric-
Casa Potter-

—El doce de Julio había llegado, por fin, el cumpleaños de los mellizos Avalón había llegado.

Y por fin Hermione y Emily podían pasar aquel bendito día junto a sus rubios favoritos.

Los mellizos, quienes ahora dormían tan cómodos en su habitación de la casa Potter, ni siquiera se imaginaban lo que se venía.

Emily y Hermione se habían despertado desde temprano, incluso antes de que el sol saliera; se habían encargado de decorar el comedor, incluso el marco de la puerta de la habitación de los rubios.

Ahora en aquel marco, una cortina hecha de papeles de distintos colores estaba cubriendo la puerta. Cassandra, quien veía con el ceño fruncido aquella decoración solo se mantuvo callada, si le preguntaban, aquel decorado era el más horrible que había visto en su vida.

Y eso que de joven pasó varios cumpleaños con Marlene, donde los Merodeadores se encargaron de sus decoraciones muchas veces.

Creía que a las chicas les faltaba estilo, elegancia. Pero aún así no dijo nada, ya era problema de sus hijos el elegir a chicas con cero gusto en decoración y glamour.

Lily solo rodó los ojos, estaba a lado de la rubia mayor, pero sabía perfectamente lo que Cassandra pensaba. La conocía tan bien como para saber que los colores llamativos no eran de sus gustos-

Lily: Podrías poner tu mejor sonrisa, las chicas que gustan de tus hijos hicieron esto con todo su corazón. -le susurró-

Cassandra: A Apollo le gusta el verde y a Atlanta el azul. ¿Por qué no simplemente pusieron una cortina decorada con ambos colores? -susurró mirándola-

Lily: Te haré un té si te comportas. -la miró mal-

Cassandra: Son mis hijos. -se cruzó de brazos- Pero bien, solo porque en serio necesitó un té que no sea de Astrea.

Lily: Claro. -rodó los ojos-

Emily: Listo, aquí está Harry. -sonrió llegando con el azabache-

-antes de entrar y sorprender a los mellizos, ambas mejores amigas se encargaron de traer a todos los presentes de la casa.

Harry, con mal humor, acepto llegar y cantar el feliz cumpleaños; aunque él sólo cantaría para Atlanta, ella sí lo merecía.

A Apollo pensaba regalarle un pedazo de carbón por ser un idiota-

Hermione: Y aquí está Astrea. -sonrió, llegando con la mujer mayor que llegaba en camisón-

Astrea: Ni los mellizos se levantan tan temprano, ¿por qué nosotros sí tenemos que hacerlo? -bostezo cansada-

Cassandra: Es lo mismo que me pregunto, Astrea. -se cruzó de brazos-

Lily: Lo dice quien esta perfectamente cambiada un Miércoles por la mañana. -rodó los ojos- Por cierto, lindo pantalón. -sonrió tímida- Se parece a uno que tengo. -frunció el ceño-