Hogwarts-
-Los días en Hogwarts seguían pasando; donde todos los estudiantes de sexto año asistían con entusiasmo, pero al mismo tiempo miedo, al saber que podían sufrir despartición como Marcos Anddclair lo sufrió la primera vez, pero al menos, después de varios incidentes que terminaba con mas de un estudiante en la enfermería del Colegio, la mayoría empezaba a mejorar, o es lo que Dorcas Meadowes les decía a los jóvenes.
Aun así, Apollo Avalón era quien llevaba la ventaja de todos, al seguir practicando toda clase de hechizos con sus tutorias privadas con Regulus Black, el pobre sabía que era el mejor de aquella clase por tener que sufrir a solas y por más horas de las que todos lo hacían cada sábado, con esa clase de magia avanzada.
Y eso hacia el rubio de ojos azules en ese momento. Apollo sin duda estaba agotado, llevaba toda la tarde y parte de la noche encerrado en la oficina de Regulus. Astrea había estado ayudándolo con el estudio de los pergaminos para aprender sobre el libro de magía oscura, y después de tres horas donde sólo leía y escribía para memorizar todo, estuvo tres horas más, aprendiendo hechizos y al mismo tiempo recibiendo algunos cada que tenía que practicar en duelo con el hombre de ojos grises.
El chico estaba muy cansado, tanto que apenas escuchó las campanas de Hogwarts sonar, suspiró aliviado, cayendo de rodillas al suelo de la oficina de Regulus, y soltando su varita, la cual cayó al lado de la rodilla izquierda de Apollo-
Regulus: ¿En serio ya terminamos? -preguntó sorprendido, llevando su vista a su reloj de bolsillo- Por Merlín, ya es tarde.
Apollo: Ya no puedo más. -suspiró jadeando, pensando en que necesitaba dormir al menos tres meses enteros-
Regulus: ¿Pero qué dices? McKinnon, aún estábamos iniciando con los maleficios. -sonrió divertido- Mañana te quiero a la misma hora aquí, y no te preocupes por la cena, la comeremos juntos en mi oficina, haré que nos la traigan.
Apollo: Pero mañana se supone que es mi día libre. -lo miró ofendido-
Regulus: El mal no descansa, Apollo. Debes entrenar.
Apollo: ¿Podemos entrenar una hora después? -lo miró molesto- Yo... quería ir a Hogsmeade con Hermione, teníamos planeado una cita.
Regulus: Apollo, no puedes... -suspiró, mirando al rubio, quien a simple vista parecía demacrado- De acuerdo. -sonrió- Ven dos horas después de la acordada.
Apollo: ¿En serio? -lo miró sonriendo-
Regulus: Pero ni un minuto más. -le apuntó con su dedo índice-
Apollo: Lo haré, estaré aquí puntual. -sonrió feliz, levantándose del suelo mientras agarraba su varita- Por Merlín, gracias.
Regulus: Ya vete de aquí, sería ridículo para mi que alguien me familiarizara contigo, estando en esas condiciones. -lo miró divertido- Ahora vete y ten tu cita con la señorita Granger.
Apollo: Gracias, Regulus. -sonrió agradecido, saliendo de inmediato de aquella oficina-
-Apollo apenas cerró la puerta detrás de él, suspiró aliviado, sin duda podía disfrutar de su cita con Hermione y volver a sus clases privadas sin ningún contratiempos.
Camino un poco más animado a pesar del cansancio que tenía y la enorme tormenta eléctrica que había afuera del castillo, todo con el objetivo de llegar a su Sala Común y adentrarse a su habitación, donde sabría que podía descansar por fin y no tener que preocuparse por la horrible tormenta. Los pasillos de Hogwarts ya estaban desiertos, el horario para estar en cama había llegado, y ni si quiera los fantasmas se encontraban deambulando por los pasillos del lugar.
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LOS SECRETOS DE AVALÓN - G!P
FanficLa familia Avalón tiene secretos, uno importante es sobre aquella niña de cabello corto y rubio; a quien todo mundo parecía tratarla como un chico más. Su vida siendo de las más prestigiosas: Tenía dinero, poder, era sangre pura y su familia era de...