LXXXVII

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~Días Después~

"¿Como me veo?" Citlaly me pregunto modelándomela un vestido con un estampado floral.

"Hermosa," dije y después le di un pequeño beso en los labios y después quite el gloss de mis labios que ella me había dejado.

"¿Ya están todos allá?" Ella preguntó.

Mire mi reloj de mano y la pequeña aguja apunta al número tres.

"Pues Alfredo dijo que comenzaba a las tres, entonces yo creo que apenas van llegando todos." Respondí.

"Entonces ya vámonos, no me gusta llegar tarde." Citlaly dijo para después tomar su bolso que estaba sobre su cama.

Los dos estábamos apunto de salir de la habitación pero recordé que algo se me estaba olvidando.

"¿Que pasa?" Citlaly pregunto confundida parada en la puerta de la habitación.

Me dirigí al closet y saqué unas chanclas y una chaqueta.

"¿Para que quieres eso?" Citlaly pregunto.

Me acerqué a ella con las cosas en mis manos.

"Las chanclas son para cuando te canses de usar los tacones y la chaqueta para cuando te estes muriendo de frío," explique.

Citlaly sonrió y después me dio un beso en los labios.

"Gracias amor," dijo después que rompió el besó.

Los dos salimos de la casa para después subirnos a mi camioneta y irnos a la casa de Alfredo. El había hecho una carne asada así que tuvimos que ir.

Llegamos a la casa de Alfredo y ya casi todos estaban ahí preparando todo. Citlaly saludó a todos pero en cuanto vio a Adriana, Griselda y a Alejandrina se fue corriendo a su mesa para poder saludarlas y platicar con ellas.

"¿Como andas?" Escuché una voz atrás de mi.

Gire mi cabeza y ahí estaba Ovidio parado con dos latas de cerveza en sus manos. Me ofreció una la cual en cuestión de segundos acepté.

"Todo bien," respondí y después destapé la lata de cerveza.

"Ya están echando su veneno," Ovidio dijo mirando así la mesa donde ellas se encontraban.

"Si ya sabes que las encanta el chisme," reí.

Los dos nos fuimos con Alfredo para poder ayudarlo con la parrilla.

"¿Como va la carne?" Ovidio le pregunto a Alfredo.

"Ahí va," respondió Alfredo volteando algunos pedazos de carne con las pinzas.

Todos comenzamos a platicar y a tomar. Hablamos de temas tontos y de una que otra mujer.

"¿Y tu por que no te tatuaste a Belinda?" Alfredo me pregunto.

"Cállate," le respondí y después voltee a ver a Citlaly.

Ovidio sonrió pero negó con la cabeza.

"Ya sabes que Citlaly no puede escuchar ese nombre," dije.

"Le vas a causar un problema a Iván," Ovidio dijo.

Mire a Citlaly quien solamente sonreía y platicaba con las demás. Ella giro a verme y me regalo una dulce sonrisa haciéndome sentir culpable de aquella vez que traicione su confianza.

[FLASHBACK]
~AÑOS ATRÁS~

"¿Ya tienes que irte?" Una voz fémina se escuchó.

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