LXXXI

198 18 0
                                    

[NARRA IVÁN]

La noticia de la captura de Vicente se esparció por todo el país incluso por todo el mundo. Don Mayo se estaba volviendo loco llamando amigos del gobierno que lo ayudaran a sacar a su hijo pero ninguno respondían las llamadas y otros decían que era imposible ya que era las gringos quien lo tenían.

Don Mayo hizo una junta de emergencia para ver cómo podíamos ayudar a Vicente. Todos nos encontrábamos reunidos en la casa de Don Mayo. Parecía que en cualquier momento le daría un ataque al corazón por lo angustiado que estaba.

"¿Que podemos hacer?" Serafín le pregunto a su padre quien se encontraba dando vueltas en la habitación maldiciendo.

"Hacerles un desmadre hasta que lo dejen ir," Don Mayo respondió.

"Eso sería una pendejada. Si realmente la DEA ya lo tiene sería como ponernos con Sansón a las patas, perderíamos." Dije.

"Yo no puedo dejar que mi hijo se lo lleven," Don Mayo dijo furioso.

Ovidio y Alfredo solo observaban callados.

"Llámales a tus amigos del gobierno y diles que teníamos un trato de no tocar a ninguno que perteneciera al cartel y mucho menos entregarlos con los pinches gringos," Serafín dijo.

Don Mayo se le quedó mirando a Ovidio por unos segundos lo cual lo puso nervioso. Trague saliva al pensar que Don Mayo nos descubriría.

"No se supone que tú tenías que ir en su lugar," Don Mayo le dijo a Ovidio.

"Todos sabemos que Vicente se encarga de hacer todos los tratos con los rusos," dije.

"Tal vez fue uno de los contra," Serafín dijo.

"Don Mayo, lo sentimos mucho pero ya no podemos hacer nada por Vicente." Alfredo dijo.

"Creo que Alfredo tiene razón," Serafín bajo la cabeza.

"Déjeme solo," Don Mayo ordenó.

Todos salimos de la habitación de inmediato.

"Serafín, lo sentimos mucho por lo qué pasó con tu hermano pero ya sabes que son cosas del negocio." Dije mientras caminábamos todos así la sala.

Yo venía junto a Serafín mientras Ovidio y Alfredo venían atrás de nosotros.

"Tarde o temprano tenia que pasar pero me da gusto que en ningún momento bajo la cabeza," Serafín respondió.

"Tienes razón, así tiene que ser." Alfredo también dijo.

"Se le va a extrañar," Ovidio añadió.

*Un Mes después*

Después de la captura de Vicente y de su extradición a los Estados Unidos todo había volvió a la normalidad excepto que Don Mayo aún seguía melancólico y aveces sentía que ya sospechaba que yo estuve atrás de todo.

Los cosas con Ovidio estaban también volviendo a la normalidad, ya está me dirigía la palabra. Ninguno de los mencionábamos a Daila era como si nunca hubiera existido en nuestras vidas.

NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora