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Durante los dos dias que estuve con Ovidio, él aún seguía molesto al igual que yo. Solo nos dirigimos la palabra si era necesario pero de ahí en fuera no pasábamos de ¿quieres comer? ¿Quieres agua?

Ovidio se la pasaba encerrado en su despacho mientras yo me la pasaba hablando con Rosario o en el jardín componiendo canciones.

Él quiso llevarme personalmente al aeropuerto y despedirse de mi porque sabía que no lo vería por un mes ya que tenía ir hacer unas grabaciones para varios comerciales y otras cosas más.

Me ayudó a bajarme de la camioneta y solo me dio un gran abrazo. Podía oler su perfume que era mi favorito.

"Mi ratoncita," el susurro a mi oído.

Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Amaba cuando me decía "ratoncita," era la palabra clave para decir que todo estaba bien.

Me separé de él para poder verlo a los ojos. Al hacerlo el tenía una tierna sonrisa que era imposible decirle que no.

"Ya sabes que aquí te voy a esperar," dijo.

"Y tú sabes que yo siempre vendré."

No podía pedir otro hombre más que Ovidio. Lo amaba tanto que los demás se quedaban cortos.

Subir al avión fue difícil ya que me duele en el alma irme y no ver a Ovidio por mucho tiempo pero los dos sabíamos cómo eran nuestras vidas.

~Un Mes Después~

"Señorita, salimos al aire en cinco minutos." Dijo una muchacha y después salió de mi camerino.

Me puse mis zapatillas ya que tenía puestas unas pantuflas para estar cómoda antes de salir a cámara.

Hoy me encontraba en un programa de televisión ya que me harían una entrevista ya que estaban apunto de sacar una canción como solista.

Me dirigí al set de grabaciones y saludé a los conductores para después sentarme en el sillón porque ya estábamos apunto de salir al aire.

"Hola, ya estamos de vuelta con nuestra invitada, Daila." Dijo la conductora.

Sonaron aplausos falsos que los productores habían puesto.

"Hola, muchas gracias por invitarme." Dije con una sonrisa.

"Nos alegra que estes aquí con nosotros, pero cuéntanos de tus nuevos proyectos en solitario." El conductor masculino dijo.

"Estoy muy emocionado de empezar esta nueva etapa de mi carrera. Es un poco difícil porque no estoy con mis compañeras pero ellas también tiene sus proyectos y todas estamos muy felices," expliqué.

"Pero oye, ha mejorando tu español porque cuando debutaste tú español era muy malo." Dijo la conductora haciendo que todos en el set riéramos.

Cruce mis piernas y acomode mi cabello para que luciera bien en cámara.

"Mis compañeras me ayudaron bastante con mi español pero yo diría que estoy como un 60% con mi español," reí.

"Eso nos alegra que cada día vayas mejorando pero cuéntanos sobre tu canción que estás apunto de estrenar," la conductora dijo.

"Estoy muy emocionada porque trabajaré con un artista que yo admiro y le doy las gracias por haber aceptado trabajar conmigo," Dije un poco nerviosa ya que en las entrevista normalmente las demás chicas hablaba más que yo.

"Pero dinos quien es el artista," el conductor dijo.

"Es una sorpresa," sonreí.

"Esperaremos con ansias esa canción," él sonrió a la cámara.

Yo solo mire a la cámara y asentí con la cabeza.

"Algunos de tus fans quieren saber si el amor ya ha llegado a tu vida," la conductora dijo haciendo una cara pícara.

Trague saliva y solo reír de nervios. Obviamente el amor me había llegado a mi vida pero aunque quisiera gritarle al mundo entero que estaba enamorado de Ovidio era como echarme la soga el cuello.

"Estoy enfocada en mi carrera que aún no llegado el amor pero tal vez en unos años me de la oportunidad de conocer a alguien."

"Bueno, ya la escucharon. Daila te damos las gracias por haber estado aquí y te deseamos toda la suerte del mundo." La conductora me sonrió.

"Muchas gracias a ustedes por la invitación."

"No se pare de su asiento porque al regresar le contaremos que artista cachamos en una playa de Miami con una mujer muy románticos," el conductor dijo a la cámara.

Todos sonreímos a la cámara mientras se escuchaba una canción.

"Y estamos fuera," el productor dijo.

Me despedí de ellos lo más pronto posible porque me sentía súper cansada. De un tiempo para acá me sentía más agotada de lo normal supongo que por el trabajo.

Me dirigí a mi camerino para poder quitarme la ropa y el maquillaje. Quería solo irme a dormir pero tenía que ir a comer con las chicas así que les cancele.

Llegue a la casa y como las demás chicas estaban fuera de casa me encontraba sola. Me metí a mi habitación, me di un baño, me puse ropa más cómoda y me eché a la cama a dormir.

Estaba en un sueño más profundo pero fue interrumpida por el timbre de la puerta. Estaba furiosa que me di el paron sin importar que mi cabello estuviera despeinado y mira estuviera fatal.

"¡YA VOY!" Grité caminando así la puerta.

Abrí la puerta y me sorprendió verlo ahí parado con una sonrisa y una caja de pizza.

"Su entrega a domicilio a llegado," el dijo poniendo la caja de pizza en mi cara.

"¿Que haces aquí?" Pregunté sorprendida.

"Las chicas me dijeron que les cancelaste la comida y pues pensé que tendrías hambre," él contestó.

Lo deje pasar de inmediato para evitar que lo vieran. Él dejó la caja sobre la mesa y después se quito la gorra, los lentes y la chamarra que traía puestos.

Mire la caja sobre la mesa y no se porque pero sentí unas ganas de comerme la pizza entera.

"Pues si pero no te arriesgues así," proteste.

"Tú tranquila y yo nervioso," él sonrió.

Giré los ojos y después tome una rebanada de pizza pero de ver lo delicioso que se miraba tome otra.

"Sabía que tenías hambre," el se burló.

"Cállate," giré los ojos.

Estaba apunto de darle una mordida a la pizza pero con solo olerla me dieron ganas de vomitar así que corrí al baño de inmediato.

"¿Que te pasa?" Lo escuché a él preguntar.

Vomité todo y me sentía fatal.

Lo escuché caminar así el baño.

"¿Daila, estás bien?" El preguntó.

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