[NARRA IVÁN]
Estaba en mi despacho checando algunos cosas sobre el negocio cuando alguien tocó la puerta.
"Adelante," dije sin quitar mi mirada de algunos documentos que estaba revisando.
"Ya llegó tu encargo," escuché la voz de Néstor.
Alce la cabeza y lo mire parado en la entrada del cuarto con una caja en sus manos.
"Y llego justo a tiempo ya que escuché que Daila está de visita," él dijo.
"¿Ella anda por aquí?" Pregunté confundido.
No era por nada pero yo sabía de cada paso que Daila daba pero no tenía ninguna idea que ella se encontraba aquí en Sinaloa.
"Escuché a Alfredo decir que iría a la casa de la señora Griselda a visitar a Daila," Néstor informó.
Tome mi teléfono y busque el contacto de ese cabron.
"Bueno," escuché la voz de Alfredo al otro lado de línea.
"¿Por que no me dijste que Daila estaba aquí?" Pregunté un poco molesto.
"Porque no me preguntes. La señora Griselda nos invitó a su casa para ir a saludar a Daila," Alfredo dijo.
"Dile a Daila que cuando me desocupé iré a saludarla."
"Arre pues, ahí te veo." El dijo y después termino la llamada.
Me levante de mi escritorio y me acerque a Néstor para después quitarle la caja de las manos. La puse sobre mi escritorio y la abrí para poder verla.
"Es hermosa," dijo Néstor sobre mi hombro.
"Se la mande hacer," sonreí.
Suene loco pero tenía una pequeña fantasía de ver a Daila con una arma en sus manos. Cuando me enteré que tenía una propuesta de una película de acción y que usaría armas me emocioné tanto por ella que tuve que mandar hacerle una pistola especialmente para ella. Quería lo mejor de lo mejor, bañada en oro y diamantes y por supuesto su inicial de su nombre.
Tome la pistola en mis manos para poder observarla mejor.
"¿Te miro Citlaly con la caja?" Pregunté.
"No, la señorita Citlaly salió a comer con su mamá." Él respondió.
No quería que Citlaly viera el regalo. A ella siempre le he regaló pulseras, cadenas, anillos, ropa, zapatos, bolsas, perfumes y otras chingaderas que usan las mujeres pero jamás una arma.
"Iván, ¿puedo preguntarte algo?" Néstor dijo.
Me volví s sentar en mi escritorio y me acomodé mientras Néstor rascó su nuca un poco nervioso.
"¿Que?" Pregunte secamente.
"¿Por que te tomas todas estas molestias por ella?" El escupió la pregunta.
"Solo es un regalo y ya," dije sin importancia.
"El día que tuvo su concierto en Guadalajara, te valió verga y fuiste." El dijo.
"Solo fue un concierto," respondí sin darle mucha importancia.
"Siempre andas atrás de ella, ya ni Ovidio que es su novio se comporta así."
"No tengo porque darte explicaciones así que mejor ve hacer tu trabajo y déjame hacer el mío," dije.
Néstor solo negó con la cabeza y después salió de mi despacho.
No se porque hacen tanto drama cuando Daila es mi amiga y cuñada. De un tiempo para acá le he tomado bastante cariño y solo quiero que esté bien.
Después de terminar unos pendientes me dirigí a la casa de la señora Griselda para poder ir a ver a Daila. Al llegar le entregue su regalo y al parecer a Ovidio le molesto bastante pero a mi no me importa porque Daila es mi mejor amiga.
Cuando Ovidio me pidió que habláramos y la verdad quería darle unos golpes en la cabeza porque no me gustaba que le prohíba cosas a Daila y menos que tengan que ver con su carrera. Mas carajee me dio cuando él murmuró que la había embarazado pero no le creí porque Daila no me ha dicho nada pero le advertí que no hicieras sus pendejadas.
Al salir al jardín mire a Daila hablando y riéndose y no se pero sentía una alegría en mi pecho de verla así de feliz. Se miraba tan hermosa.
"Lo que estás pensando será mejor que lo olvides," Alejandrina dijo sacándome de mis pensamientos.
"¿De que hablas?" Pregunté pretendiendo que no tenía idea lo que hablaba.
"Una guerra entre hermanos nunca es buena," ella dijo.
"Tú y esa boquita que nunca se callan," dije.
"Solo es un consejo, Iván." Ella me dio unas palmadas sobre mi espalda y después se fue con Daila.
Solo giré los ojos y sin importar los ojos de pistola que me echaba Ovidio me fui a sentar con ellos.
[NARRA DAILA]
Sabía que Ovidio estaba molesto por haberle ocultando sobre la oferta de firmar una película pero no podía decírselo porque él se negaría.
Durante el camino de regreso a la casa nadie dijo ninguna palabra. Él solo venía tatareando las canciones de la radio mientras yo veía por la ventana.
Llegamos a la casa y me fui directo a nuestra habitación para cambiarme a mi pijama. Al salir mire a Ovidio sentado sobre la cama.
"¿Por qué no me dijiste sobre la película?" Él pregunto.
Sabía que no tardaría en reclamarme.
"Porque sabía que no me dejarías hacerla. Además es una gran oportunidad para mi," expliqué.
"Pues estás en lo correcto porque yo no quiero que lo hagas," Ovidio dijo.
"Ovidio, es mi trabajo. Yo no me meto en tus cosas de tus negocios así que no te metas en las mías," fruncí el ceño.
"Yo me tengo que hacer cargo de los negocios que me dejo mi padre."
"Entonces el señor tiene el derecho de hacer sus negocios mientras yo no puedo hacerlo," dije frustrada.
El se levantó de la cama y trato de agarrarme la mano pero me quite y me fui al otro lado de la cama.
"Yo aceptó todo de ti pero tú nunca lo haces." Dije.
"Daila, estas exagerando."
"Ovidio, ¿tú crees que me gusta esconderme del mundo cuando vengo a verte? ¿Que me gusta estar cercas de las armas y delincuentes? ¿Crees que me gusta escuchar las noticias que hablan de ti y tus crímenes?" Exploté.
La cara de Ovidio cambio por completo, estaba furioso pero triste a la vez. Apretó su mandíbula y miraba como las venas de sus frente empezaron a notarse.
"Me iré a dormir a otra habitación," el dijo secamente y después salió de la habitación azotando la puerta haciendo brincar del susto.
![](https://img.wattpad.com/cover/315227246-288-k803984.jpg)