LXXXIX

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~UN AÑO DESPUÉS~

"Ya te dije que solo fue un abrazo y un beso en la mejilla pero por el ángulo de la foto parece que si le estoy dando un beso en los labios," explicó.

Pase mis manos por mi cabello tratando de tranquilizarme y no reaccionar violentamente.

"No es la primera vez qué pasa esto," dije.

"Ya sabes que los paparazzis siempre quiere sacar chisme," respondió.

"Ya estoy cansada de que siempre salgan fotos tuyas con otras mujeres," dije llorando.

El se acercó a mi y trato de abrazarme pero yo trate de quitármelo de encima pero como era más fuerte que yo no puedo así que me abrazo muy fuerte para que no pudiera zafarme.

"Mami, sabes que yo te amo mucho y jamás te haría daño. Ellas solo son amigas," él me susurro al oído.

Ya me sabía la misma historia de siempre. El sabía muy bien que no era capaz de dejarlo.

"Pero tú también tienes la culpa," él dijo.

"¿Mi culpa? ¿Yo tengo la culpa de que tú salgas con mujeres?"

Benito me soltó ya que el abrazo no me dejaba respirar bien.

"No me pones atención, te la pasas enfocada en tu carrera." Él dijo haciéndose la víctima.

"Benito estás loco. Solo porque decidí enfocarme un poco más en mi carrera ya todo es mi culpa," dije.

Después de la tercera vez que salieron fotos de Benito con sus "amigas" decidí enfocarme en mi carrera. Mi carrera se estaba yendo a la ruina pero gracias a las fotos abrí los ojos y decidí mejorar mi vida.

"Creo que es momento que cada quien se vaya por su lado," salió de mi boca.

"¿Estás terminando conmigo?" Preguntó el confundido.

"Si, ya estoy arta de que siempre me humilles cada vez que salen fotos tuyas con otras mujeres." Respondí.

Tome mi bolsa y salí casi corriendo del cuarto del hotel.

Ya no quería saber nada de Benito.

~UN MES DESPUÉS~

La noticia de mi ruptura con Benito salió por todos lados. Habían muchos comentarios en los cuales me atacan a mi por no ser suficiente mujer para Benito y que por eso me engañaba. Yo trate de no hablar de Benito para evitar problemas.

La empresa decidió sacar un comunicado diciendo que la razón de la ruptura había sido por nuestras agendas y nuestro trabajo.

Hoy estaba completamente aburrida así que decidí hacer un live en una de las redes sociales para poder ver a mis fans.

"Hola," dije en cuanto mire que personas se estaban conectando.

Estaba leyendo algunos de los comentarios que me dejaban. Algunos me saludaban y algunos eran de odio. La mayoría mencionaban a Benito lo cual me enfadaba.

"¿Por que terminaste con Benito?" Leí una pregunta en al alta voz.

No estaba segura si debería contestar esa pregunta pero ya estaba cansada que en todos lados me preguntaran eso.

"Creo que nunca dejarán de preguntar eso," reí un poco nervioso.

Ricardo y la empresa me lo tenían prohibido hablar de ese tema para evitar problemas.

"Los dos decidimos enfocarnos en nuestras carreras y la verdad le deseo a Benito toda la suerte del mundo y sabe que lo quiero mucho," respondí.

En todo el live estuve contestando algunas preguntas y platicando de mis proyectos en solitario y en grupo.

Termine el live y en cuestión de minutos tenía un mensaje de Benito.

'Yo también te quiero mucho. Te extraño demasiado, perdóname. Voy a conquistarte de nuevo para que vuelvas a mi lado.'

No sabía que contestarle así que decidí ignorarlo. En este momento quería enfocarme en mi música porque estando con Benito perdí muchas oportunidades que jamás volverán a suceder.

~UN SEMANA DESPUÉS~

"Hola Daila," escuché una voz femenina al entrar al lobby de la empresa.

"Buenos días Sofi," respondí el saludo con una sonrisa.

Entre al elevador para ir al piso donde se encontraba el estudio de grabación ya que hoy tenía que trabajar en algunas canciones para mi primer disco en solitario.

La puerta del elevador estaba apunto de cerrarse cuando escuché a Sofía, la nueva recepcionista gritar. De inmediato salí del elevador para ver si estaba bien. Me quede en shock y sin poder moverme en cuanto me di cuenta lo que estaba pasando.

Habían varios hombres con botas, sombreros y pistolas.

"Tranquila señorita, no le haremos nada solo tengo una cita con el dueño de la empresa." Dijo una voz familiar.

Los ojos de Sofia se llenaron de lágrimas y de pánico que sentía que en cualquier momento se desmayaría.

Quería voltearme y entrar al elevador pero mis piernas no me respondían.

"No me maten, por favor" Sofía suplico llorando.

"¿Daila? ¿Eres tú?" Preguntó esa voz familiar causándome un escalofrío.

Él se acercó a mi y en ese momento mis piernas me respondieron. Me gire y entre al elevador lo más rápido posible para después apretar el botón para que la puerta se pudiera cerrar pero este la detuvo antes que se cerrara.

"No te haré nada," él dijo y después entro al elevador y la puerta se cerró atrás de él.

Cerré mis ojos para evitar mirarlo a la cara.

"Daila, ¿estas bien?" La voz familiar preguntó.

Abrí los ojos despacio con la esperanza que todo esto sea un sueño pero para mi mala suerte el estaba parado frente a mi.

"¿Estás bien?" El volvió a preguntar mientras yo me quedaba en silencio y en shock.

"Si... si estoy bien," por fin respondí.

Él me regaló una sonrisa y después me dio un gran abrazo muy fuerte. El olor de su perfume entró en mi nariz haciendo sentir un escalofrío frío por todo mi cuerpo y haciendo recordar viejos tiempos. Segundos después rompió el abrazo.

"¿Como has estado?" El pregunto con una sonrisa.

"Bien," respondí cortante.

"¿Quieres por un café?" Él preguntó.

No sabía como zafarme de aquí. No quería estar ningún segundo más con el, tenia miedo que volviera a caer a los viejos hábitos de antes.

"Tengo algunas que hacer," me excuse.

"No tomará mucho tiempo," él insistió.

¡Diablos! Creo que este no se dará por vencido.

Trague saliva para pensar en otra excusa.

"Es que tengo que grabar algunas canciones para mi disco y ya voy atrasada," mentí ya que el productor estaría libre en dos horas porque está con una de las chicas.

Él bajo la mirada lo cual causó que mi corazón se hiciera chiquito de verlo triste.

"Esta bien. Solo me dio gusto verte pero si tienes cosas que hacer mejor ni quitarte el tiempo," el respondió.

Estaba apunto de apretar el botón número tres donde se encontraba el estudio de grabación pero me detuvo.

"Pero quiero un croissant de chocolate," le sonreí.

"Los que quieras," el me respondió la sonrisa.

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