[NARRA DAILA]
Habían pasado ya tres meses y en esos tres meses pasaron muchas cosas. Primero que nada la gira termino y ya estábamos de regreso en la cuidad de Mexico. Segundo, había perdido contacto con los Guzmán. Iván ya no se aparecía en la empresa y no tenía ninguna noticia de él. Al igual que Iván tampoco tenía ninguna noticia sobre Ovidio y mucho menos ninguna llamada. Quería intentar contactarlos pero los números que ellos usaban eran privados y algunos ya estaban desconectados así que no podía llamarles. Hasta Nicolas tenía prohibido también decirme donde se encontraban. La tercera cosa era que estaba saliendo a citas con Benito. No teníamos nada aún solo salíamos como amigos pero creo que el quería algo más.
Las chicas y yo nos encontrábamos tranquilas en nuestra casa descansando. Cada una estaba en sus habitaciones. Yo solo estaba acostada mirando una película. Estaba todo tranquilo hasta que escuché mi teléfono sonar. Me imagino qué tal vez es una de las chicas para avisar que iríamos a cenar. La verdad no tenía ganas de cenar así que lo dejé sonar y ni siquiera lo tome. Volvió a sonar mi teléfono así que supongo que ha de ser una emergencia así que lo tome y solo decía número desconocido. Sin pensar dos veces contesté.
"Hello," dije un poco nerviosa porque tenía una idea de quién podría hacer.
"¿Puedo verte?" Escuché.
Trate de calmarme pero tenía ganas de gritar de la emoción y no quería que se diera cuenta que me alegraba escuchar su voz.
"Si, claro que si." Respondí tratando de sonar sin interés.
"Nicolás te llevará al lugar donde te veré. No dejes que nadie te vea ni tus amigas," ordeno y después colgó.
Para no hacerlo esperar me levante de mi cama de inmediato y tome un baño super rápido. Me puse unos jeans, una sudadera y unos tenis para estar cómoda. No me puse nada de maquillaje porque no quería que se hiciera tarde.
Salí de la casa a escondidas de las chicas y cuando estaba afuera ahí estaba Nicolas recargado en el coche con los brazos cruzados esperándome.
"¿Lista?" Preguntó él.
Asentí con la cabeza.
Nicolás me abrió la puerta del carro para poder subirme. El rodeo el carro para poder subirse al carro.
Después de que Nicolás manejara por unos 30 minutos llegamos a un pequeño hotel. No era tan lujoso pero tampoco era sencillo.
"Póngase esto," Nicolás dijo y después de la guantera saco una gorra, gafas y un cubrebocas.
Me puse todo antes de salir del carro para evitar que la gente que se encontraba al rededor me reconociera.
Nicolás y yo entramos ala recepción para después dirigirnos al elevador. El apretó el botón del quinto piso.
Para ser sincera me moría de ganas de verlo. Quería actuar indiferente pero no podía porque se que en cuanto lo vea me ganarán las ganas de besarlo y abrazarlo.
La puerta del elevador se abrió y los dos salimos. Yo solo venia atrás de Nicolás hasta que llegamos a una puerta con el número 111. Tocó la puerta tres veces.
"¿Quien?" Se escuchó una voz que provenía de la habitación.
"Soy Nicolás, señor. La señorita Daila está aquí." Nicolás respondió.
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