"¿Por que me dijste que Citlaly estaba con sus amigas?" Pregunté después del gran silencio que había.
Iván venía manejando y tenía la mirada puesta al frente.
"Yo no quiero meterte en problemas con ella," añadí.
Él seguía sin decirme nada solo estaban pensativo.
"Iván, te estoy hablando. ¿Por que le dijiste a Citlaly que estarías con Ovidio? ¿Por que le mentiste?" Dije un poco molesta.
Yo ya no quería problemas y menos que tuvieran relacionados con los Guzmán. Ya tengo con Adriana como enemiga como para echarme a Citlaly también.
"No le mentí. Fuimos a ver a Ovidio o ¿no?" El contestó muy calmado.
"Si pero..."
"Ahí está, entonces no le mentí." Me interrumpió.
No tuve otra opción mas que quedarme callada porque en cierta forma él tenía razón, el si estuvo en la casa de Ovidio.
Llegamos a su casa de seguridad ya que pasaría la noche y mañana regresaría a la Ciudad de México.
Iván me enseño donde sería mi recámara. Parecía que tenía todo preparado porque adentro del armario había ropa para mi ya que era de mi talla y no creo que Citlaly le quede esta talla, no por ser gorda si no porque el hermoso cuerpo que tiene.
Me di un baño y me puse un short negro y una camisa blanca ya que lo usuaria como pijamada.
Iván se había metido en su cuarto y no había salido para nada desde que llegamos. Supongo que está molesto por la pequeña pelea que tuvimos en el camino.
Aproveche para salir de mi cuarto y ir a la cocina por un vaso de agua pero antes de llegar a la cocina que topen con un pequeño bar que Iván tenía en la casa. Observe cuidadosamente y pude notar que tenía todo el alcohol del mundo en una sola vitrina. Tenía tequila, vodka, whiskey, rum, vino y otras bebidas alcohólicas. Había una botella sabor a fresa la que me llamo más la atención. La tome y sin leer nada me serví poco en un vaso. No creo que Iván le moleste que tome un poco y no creo que se cuenta.
"¡Wow!" Dije después del primer trago.
No estaba mal. Me gusto tanto el sabor que sin darme cuenta ya me había servido 3 tragos. Me sentía un poquito relajada, feliz, caliente de mi cuerpo, y un poco mareada. Creo que tomar no es malo después de todo. Serví otro trago pero sin querer tire un poco en el suelo y en la barra.
"Oh no," me reí.
Ya me sentía súper alegre y con ganas de cantar así que puse música en mi teléfono y comencé a cantar a todo pulmón.
"Iván, esta es para ti." Dije sin pensar.
La música comenzó a sonar y yo solo cantaba, bailaba, brincaba, tomaba y reía.
"¿Que esta pasando?" Escuché una voz.
Giré y mire a Archivaldo parado asombrado.
"¡ARCHI!" Grite emocionada.
Corrí así el y lo jale conmigo para que cantara conmigo. Lo tome de la mano y comencé a bailar con él.
"¿Estas borracha?" Él preguntó.
"Archi, canta conmigo."
Él parecía estar un poco molesto y incómodo ya que nuestros cuerpos estaban muy juntitos.
[NARRA IVÁN]
Me encontraba en mi habitación acostado mirando así el techo cuando empecé a escuchar ruidos en la primera planta.
Toque la puerta de la habitación de Daila pero no escuché ninguna respuesta. Abrí la puerta con mucho cuido por si estaba dormida no quería despertarla. Mire y su cama estaba tendida. Entré y la busqué en el baño pero tampoco estaba ahí.
Aun seguía escuchando ruidos y creo que podía escuchar música y la voz de Daila.
Baje a la planta baja de la casa y mire a Daila bailando, cantando y tomando alcohol. A lo que yo tenía entendido ella nunca había tomando alcohol y ni siquiera le gusta.
Ella al verme me jalo así ella y pego su cuerpo al mío para bailar pero después empezó a hacer movimientos muy sensuales.
"Daila, ya contrólate." Dije.
Me ignoro y después se volteo y puso su trasero en mi parte y sentía como poco a poco me ponía caliente.
"Vamos a bailar," ella decía mientras seguía moviendo su pequeño pero hermoso trasero.
"Ya cálmate," dije.
Sentía que mi miembro se estaba poniendo más duro con esos movimientos y de tal solo imaginarme adentro de ella me volvía cada vez loco. Cálmate Iván y no pienses esas cosas.
"Que aburrido eres," ella dijo y después se quito para irse a servir otra copa.
Mire y la botella está a la mitad.
"Daila, ¿te tomaste la botella tú sola?" Pregunté.
Ella solo comenzó a reírse y tomar otro trago pero le quite el vaso de la mano.
"What the hell! (¡Que diablos!)" ella dijo molesta.
"Deja de tomar y mejor vete a dormir," le ordene.
Daila me dio una mirada retadora lo cual me intimidó porque nunca me había visto así.
"A mi ningún Guzmán me va a dar órdenes. Se creen muy chingones de tratar a las mujeres cómo objetos pero conmigo no van a poder," ella dijo.
"Ya estás borracha y no sabes lo que dices," dije.
"Dices que estoy Borracha, ¿si estuviera borracha pudiera hacer esto?" Daila dijo y después se lanzó a mis brazos.
Ella puso sus manos alrededor de mi cuello y me dio una mirada de inocencia y hacia pecheros como niña chiquita cuando quiere algo. La tome de la cintura y la mire a los ojos. Juro que tenía ganas de darle un beso pero ella me gano y puso sus labios sobre los míos. El besó iba incrementando cada segundo que pasaba. La cargue y ella enredó sus piernas en mi cintura.
"Hazme tuya," ella susurró rompiendo el beso.
Me fui a sentar en el sillón con ella aún arriba de mi y besándome. Daila hacía pequeños movimientos circulares con su cintura prendiéndome.
"Siento algo abajo," bromeó ella.
Sentí mi cara caliente de la vergüenza y también porque me moría por hacerla mía pero no quería hacerlo en este momento y mucho menos en el estado en el que ella estaba.
"Daila, no hagas esto." Dije.
"Iván, me encantas y quiero que me hagas tuya." Ella dijo mirándome a los ojos.
Parecía que lo borracho se le había bajando pero de todos modos yo no quería hacerla mía de esta manera.
"No puedo," dije.
Ella se quito de arriba de mi enojada.
"No te gusto ¿cierto?" Ella dijo molesta.
Me levante del sillón y traté de agarrarla del brazo pero ella se quito.
"No te gusto porque no tengo un cuerpo como el de Citlaly o de esas mujeres que te gustan," Daila dijo.
"Daila. No es así..." dije pero ella no me dejo terminar porque se fue corriendo.