Los dos nos sentamos en el sofá.
"¿Que es lo que te pasa?" Preguntó.
"¿Tú estás de acuerdo con tu destino?" Pregunté.
El solo me miro confundido por unos segundos para después tomar aire y dejarlo salir.
"Iván, dime si no te hubiera gustado que tu vida fuese diferente." Dije ya que no tenía respuesta de él.
"¿Diferente a qué? Crecimos con todo esto que para mi es normal," respondió.
"A mi me hubiera gustado ser doctor."
"Creo que hubiera sido diferente si nuestro papá no se hubiera metido en esto," Iván dijo.
"¿Cual fue tu sueño de niño?" Pregunté.
"Tal vez futbolista. Ya sabes que yo no fui muy bueno en la escuela," el sonrió.
Aún recuerdo cuando su mamá lo regañaba por sacar malas calificaciones. El lloraba diciendo que ya no quería ir a la escuela.
Iván destapó la cerveza y le dio un gran trago para después saborearla.
"Hubiera sido bonito tener una futbolista y un doctor en la familia Guzmán, ¿no crees?" Iván dijo.
Me pregunto que hubiera sido de nuestras vidas si hubiéramos seguido nuestros sueños de niños.
"Los dos estuviéramos lejos de aquí," dije.
"¿Daila, tiene algo que ver con esto?"
"Tal vez, no lo sé. Siento que estoy actuando egoísta por querer tenerla a mi lado. ¿Que vida le daría?" Baje la mirada.
Iván puso su mano sobre mi hombro.
"Esa mujer vino a poner nuestras vidas al revés," rio Iván.
Iván tenía razón, Daila vino a cambiar mi vida por completo. Por ella quería ser otra persona. Quería huir de todo este ambiente y estar tranquilo.
"¿No crees que lo mejor será dejarla ir? Dejar que ella viva su vida, una vida donde ella sea libre." Iván me aconsejo.
"Se que tú también estás sintiendo algo por ella. ¿Tú serías capaz de dejarla ir?" Le pregunté.
Ya estaba completamente seguro que Iván sentía algo por ella. No lo culpo ya que Daila era una mujer hermosa con unos sentimientos y una personalidad increíble.
"Yo ya la dejé ir. La quiero mucho que preferido dejarla ir para que no salga herida. Tu sabes que nuestros enemigos no se tiendan el corazón para lastimar a las personas que más queremos," Iván respondió.
No se si creerle a Iván o no. Lo mire a la cara y solo tenía una cálida sonrisa en el rostro.
Yo tampoco quería que Daila saliera herida pero tampoco quería dejarla ir. Aún no estaba listo para dejarla ir. Quería su bienestar.
"Ovidio, tengo que decirte algo y espero que lo que te voy a decir te haga tomar la mejor decisión." Iván se puso serio.
Trague saliva por los nervios.
[NARRA DAILA]
"Me voy a dar un baño," dijo Jessie dirigiéndose al baño.
"Apúrate porque yo también me daré un baño," respondí.
Jessie solo asintió con la cabeza y después entró al baño.
Hoy habíamos tenido un concierto en Las Vegas el cual fue un éxito como siempre.
Todas nos encontrábamos en nuestros cuartos de hotel para poder descansar porque mañana viajaríamos a Chicago para seguir con nuestra gira.
