XVIII

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"Bienvenida a mi lugar favorito en todo el mundo entero," Ovidio dijo mientras me ayudaba a bajarme de la camioneta.

Eran un rancho y era hermoso. La casa era hermosa y muy grande a comparación a la otra. El jardín parecía no tener fin. Pude notar que había caballos corriendo en un corral.

"Aquí es donde vengo cuando me siento solo, triste, feliz." Ovidio explicó.

"Es hermoso," dije emocionada.

Ovidio ordenó a sus hombres a llevar mi maleta a una de las habitaciones y a aguardar su camioneta.

Ovidio noto que mi mirada estaba fija en el corral donde se encontraban los caballos.

"¿Quieres montar?" Preguntó.

"Jamás he montado un caballo."

"Yo te enseño. Esos caballos son pura sangre, lo más finos y hermosos de todo Sinaloa." Ovidio dijo con mucho orgullo.

"¿Y están aquí a la fuerza como yo?" Brome.

Ovidio me tomo de la mano y me llevo así adentro de la casa. Así como era hermosa por fuera también era hermosa por dentro.

"¿A donde está mi habitación?" Pregunté.

"Dormirás conmigo," Ovidio respondí.

Me quede en shock. Nunca había dormido sola con un hombre y menos con un desconocido.

"Es broma, chula. Tu habitación esta arriba," dijo Ovidio al notar mi incomodidad.

Sentí un poco de alivio al escuchar eso.

Ovidio me llevo a mi habitación y era hermosa. Tenía un balcón y la vista era hermosa pues daba a todo el jardín, e establo, el corralón de los caballos y las montañas se ponían ver.

"¿Quieres ir a ver a los caballos?" Ovidio pregunto.

Asentí emocionado.

Los caballos eran más hermosos de cerca. Nunca había visto un caballo solo en películas o fotos. Había un caballo blanco hermoso que me llamo la atención.

"Ella se llama blanquita y es mi yegua favorita," Ovidio explicó al ver que yo no le quitaba la mirada al caballo.

"¿Yegua? ¿Que es eso?" Pregunté.

"Se me olvidaba que eras pocha. Así se le dicen a las hembras," el explicó.

"Es hermosa," dije.

"Si tanto te gusta, te la regalo."

"Pero es tu caballo favorito," proteste.

El me tomo de la mano y la llevo a su pecho. Podía sentir el latido de su corazón. Sonreí porque en mi mente sentí que yo era la razón por la que su corazón latía así.

"Ella sera como un símbolo de lo que siento por ti," el sonrió dulcemente.

Sentí mi cara caliente y mis corazón comenzó a latir al mismo ritmo que el de Ovidio.

"Nadie la ha montado más que yo pero ahora tú serás la única que lo hará," Ovidio dijo.

Ahora entiendo porque dicen que estos hombres siempre obtienen lo que quieren porque tienen una labia espectacular. No sabia si en realidad Ovidio era honesto o no pero de lo que si sabía era que mi corazón se ponía loco cada vez que el se acercaba o me decía cosas de amor.

"Me la trajeron cuando apenas tenía unos días de nacida pero era bien mula, la condena. No le gustaba que nadie la montara ni se le acercara pero solo dejaba que yo me acercara y hasta hoy soy el único que se puede acercar a ella," Ovidio explicó.

"Yo creo que le gustas," dije.

"Pues es mi chula. Ella me alegra mis días cuando estoy desanimado," él dijo.

"Pero si la quieres tanto mejor quédatela, yo no quiero quitarte algo que es muy importante para ti." Dije.

"Será nuestra, nuestra bebé." Ovidio dijo acariciando mi mejilla suavemente con la parte posterior de su dedo.

Sentí un gran escalofrío recorrer mi cuerpo. Ovidio estaba a punto de besarme pero traté de moverme para que no lo hiciera porque aún sigo siendo novia de Alex.

De la nada la yegua de acercó a nosotros interrumpiendo el incómodo momento. Traté de acariciarla y para mi sorpresa ella se dejó acariciar.

"Creo que le caíste bien porque nunca se había dejado acariciar por nadie," Ovidio dijo.

Sonreí de la emoción.

"Ella es tu mamá," Ovidio dijo.

"You're crazy," me empece a reír al escuchar eso.

"Ella también te va a enseñar hablar inglés," dijo.

Los dos empezaron a reír.

Creo que Ovidio me estaba agradando un poco más. Ya conozco el Ovidio borracho y también conozco al Ovidio Romeo y creo que me gustan los dos. La adrenalina que me provoco el día que se puso borracho me gusto y no se porque.

"¿Quieres ir a montar conmigo?" Preguntando él.

Asentí con la cabeza con una sonrisa de inmediato. Quería hacer nuevas cosas ya que siempre he sido muy tímida y quiero dejar de hacerlo.

Ovidio me llevo a un establo donde habían otros caballos. Le ordenó al señor que se encontraba ahí que preparara a un caballo. El señor sacó a un caballo negro también hermoso.

"¿Estas lista?" Ovidio preguntó.

"Yes," respondí emocionada.

El puso sus manos en mi cadera y me levantó para ayudarme a subirme arriba del caballo. Al sentirme arriba el caballo comenzó a moverse asustándome.

"Tranquila, no pasa nada." Ovidio dijo al notar que estaba nerviosa.

El después se subió y comenzó hacer que el caballo caminara. Después de ir lento hizo que el caballo galopara más rápido y en cuestión de minutos ya estábamos lejos del establo y nos dirigimos hacia las montañas. El paisaje era hermoso. Llegamos a lugar donde había un árbol enorme y nos daba una vista increíble de todo el lugar.

Ovidio se bajó del caballo y después me ayudó a bajarme. Caminamos así a el árbol. Al legar sentí el aire fresco en mi cara y se sentía tan bien.

"Este es mi lugar favorito. Me gusta venir aquí y pensar," Ovidio dijo.

"Es hermoso este lugar," dije.

Ovidio se acosto sobre el pasto y cerró sus ojos. Yo solo me senté junto a él cruzando mis piernas.

Quería saber de su vida y conocerlo bien porque no quería basarme en lo que la gente decía.

"¿Te gusta esta vida?" Pregunté rompiendo el silencio.

Él abrió los ojos para verme.

"No tuve otra opción. Cuando eres hijo de uno de los narcos más famoso es lo único que ven las personas y aparte crecí en este ambiente," el explicó con un tono melancólico.

"Pero pudiste alejarte."

El comenzó a reírse.

"Soy hombre y por costumbre somos los que tomamos las riendas de este negocio. Mi papá no quería dejarle el trono a cualquier pendejo, el quería que se quedara entre familia así que mis hermanos y yo le entramos," dijo.

Me sentía triste porque creció en este ambiente y es lo único que conoce. No pudo tener sueños porque ya sabía que su destino iba ser el jefe del cartel más grande y famoso de Mexico y del mundo entero.

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