#21 El dilema de los encantamientos

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Senshi estaba dando grandes saltos y moviéndose con agilidad para evitar ser tocada por las manos del libro de Tamiel, el cual estaba ahora en el aire con él.

Demonio de la envidia: si te toca estás perdida.

Senshi: ¡ya lo sé!

Una de las manos golpeó con tal fuerza el suelo que hizo un cráter de unos 4mt de diámetro y profundidad, Senshi estaba muy cerca, pero logró evitar el golpe, aunque este la hizo dar un par de vueltas en el suelo hasta tocar las gradas.

Tamiel: ¿qué pasa demonio de la envidia? ¿se te acabaron los trucos? –dijo con una sonrisa arrogante-.

Al notar algo volteó el rostro ligeramente hacia su izquierda y vio un rayo de luz blanca aproximarse hacia él por lo que se asustó un poco y junto al libro dio varias vueltas en el aire para evitarlo.

Tamiel: ¿quién hizo eso?

Rody: fui yo ¿por qué? –un círculo de exorcismo estaba desvaneciéndose frente a él-.

Senshi: es usted.

Rody: Senshi, lamento interrumpir, pero debo cruzar palabra con este sujeto.

Tamiel: el ángel de los recuerdos... ¿liquidaste a Kazuya?

Rody: eso te hubiera gustado ¿no? Pero he de comunicarte que hice uso de mi don en él y ahora sé algunas cosas, entre estas... que yo soy uno de sus objetivos, ahora toca preguntar el porqué.

Senshi: parece que tenían la idea de venir a este lugar como a un supermercado a tomar lo que necesitaran.

Tamiel: que vulgaridad, no uses metáforas humanas conmigo.

Rody: no te hagas el tonto, ustedes se aprovecharon de un cobarde para amenazarlo y que les hiciera algunos favores, tal vez Kazuya no sea exactamente bueno, pero tampoco es que quisiera ser malo, solo es un tipo influenciable.

Tamiel: esos son los peores ¿no crees? No hubiera importado el método, así fueran amenazas o regalos, solo por miedo o una necesidad penosa de atención y poder hubiera dicho que sí, se humillaba hasta más no poder por agradarnos, que patético, hay que tener orgullo y un poquito de dignidad, aunque mueras en el intento ¿cierto?

Rody: ya cállate ¿por qué quieren capturarme? ¿qué obtienen con eso? Estando tú, el ángel caído del conocimiento prohibido... cuya maldición consiste en un libro que puede absorber todo el conocimiento de una personasolo con tocarla hasta el punto de dejarla con la mente de un recién nacido, sin recordar siquiera como caminar.

Tamiel: si de verdad esperas que conteste entonces eres menos inteligente de lo que imaginé –sonrió con los ojos cerrados-.

Rody: ¿también tienes miedo?

Tamiel: -abrió los ojos sin perder la sonrisa- yo no tengo miedo de nada, aunque no lo creas los ángeles caídos también conocemos la lealtad, soy leal.

Rody: tienes razón, no lo creo, ya traicionaron esa lealtad una vez ¿por qué no lo harían una segunda, tercera o cuarta vez?

Tamiel: no lograrás provocarme, si Kazuya no pudo capturarte entonces yo lo haré.

Las manos se dirigieron a Rody, pero fueron capturadas por otras iguales así que ambos bajaron las miradas y vieron a Senshi con los brazos cubiertos de sombras que se dividían en varias manos.

Senshi: ¡no te equivoques! ¡estás peleando conmigo!

Tamiel: niña tonta ¡suelta! ¡suéltalas ahora!

Senshi: señor si ya terminó de cruzar palabra por favor permítame continuar con esto.

Rody: pero...

Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora