#32 Los sacrificios de la victoria

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Victoria: así como lo oyes, Senshi es un demonio.

Vanessa: -dejó de llorar, pero tenía las marcas húmedas de las lágrimas en el rostro- eso es imposible, ella me dijo que era una exorcista ¿verdad Senshi?

Victoria: yo soy un ángel ¿por qué mentiría?

Vanessa: ¡Senshi contesta!

Senshi: -dudó un poco y con algo de pesar tuvo que contestarle- no creas que fue por vergüenza, no te lo dije porque no quería asustarte, tenía que empezar con algo más ligero o sino me rechazarías.

Vanessa: ¿entonces es verdad?

Senshi: sí, pero no es algo que discutir ahora, déjame... -le iba a dar la mano para ayudarla a levantarse, pero Vanessa la rechazó con un manotazo- ay.

Vanessa: -se levantó con dificultad y adolorida por el golpe que se dio al caerse- no me toques... todo esto es muy confuso para mí y cuando creí que al fin alguien me comprendía y me decía la verdad resultó que... que...

Senshi: que ¿qué? ¿Quecomo es un demonio en el interior no vale la pena? ¿qué diferencia hay? Trato de ayudarte –se acercó, pero Vanessa retrocedió-.

Victoria: -Vanessa se ocultó detrás de ella- ¿lo ves? Así es como las escorias como tú son vistas por la sociedad, no sé qué hacen aquí, deberías irte o tendré que obligarte.

Gabriel: -estaba muy débil- no Senshi...

Riof: -comenzaba a despertar- ¿Senshi? ¿qué pasó?

?: está despertando ¿qué deberíamos hacer? La situación se vuelve confusa.

Dijo uno de los ángeles, pero los demás parecían igual de confundidos.

Senshi: ¿así nos ven? ¿deberíamos irnos?

Demonio de la envidia: así es, deberías irte.

Senshi: esa voz, es la misma voz que escuché cuando maté a Kusuru, no, no me hables ¡cierra la boca! –comenzó a taparse los oídos con ambas manos y a moverse muy extraño, como si lidiara con un fuerte dolor de cabeza-.

Victoria: ¿qué está pasando? Siento un Podiaco que se incrementa constantemente.

Gabriel: -casi no podía hablar, pero susurraba con dificultad- no... no lo hagas.

Riof: -sacudió la cabeza- ¿qué está pasando?

Todos esos ángeles lo rodeaban en posición de batalla.

?: n-no te muevas o tendremos que atacar, no podemos dejarte ir hasta que la jefa nos de órdenes claras.

Riof: ¿de qué hablan? ¿Quiénes son? –recordó lo que pasó antes de desmayarse- esperen, fue Senshi quien me durmió, pero ¿por qué? –vio a Senshi a través de todos esos ángeles y notó lo que pasaba- ay no ¡Senshi!

Senshi: cállate, cállate.

Demonio de la envidia: no seas tonta, claro que dudas de todo esto, una misión que ni siquiera es tuya, tú no deberías ser quien esté en esta situación, escapa, corre, no puedes hacer nada contra ella y la traición de esa chica.

Senshi: ¿no puedo hacer nada?

Demonio de la envidia: no puedes hacer nada.

Riof: ¡Senshi! –trataba de pasar, pero los ángeles lo detenían- ¡Senshi no la escuches! ¡Senshi!

Senshi: ¿Riof?

*Flash back*:

Riof: tienes miedo de fallar –Senshi reaccionó-, temes que teniendo el poder para pelear ya no exista la excusa de "no puedo" y que entonces ya no puedas decir que no peleaste porque no podías hacerlo.

Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora