Akira llegó con Kenta y pidió a Araceli y Narumi que salvaran su vida.
Araceli: ¿por qué haríamos eso? Kenta es un traidor.
Akira: al final recibirá un castigo acorde ¿no? No es como que deba morir por ser cómplice, no es un mal chico según he visto.
Araceli: -lo vio de reojo con una sonrisa- que tierno eres, tienes un corazón bastante suave y misericordioso para ser un humano tan solitario.
Ella estaba sentada en el suelo sobre sus piernas flexionadas y Narumi reposando sobre ella mientras le acariciaba la cabeza y jugaba con su cabello.
Akira: -acostó a Kenta en el suelo- ¿qué sabe usted sobre mí?
Araceli: nada en particular, pero es algo que se ve en tus ojos y en tu forma de ser, puedo darme cuenta de que antes de conocer a las personas con las que has estado en el examen estuviste muy solo.
Akira: -frunció el ceño- por favor cure las heridas de muerte o las más graves de este muchacho para que sobreviva hasta que todo esto termine.
Araceli: hm... también tienes tu carácter, cosita linda... bien, ya voy –dejó suavemente a Narumi en el suelo y fue con ellos-.
Araceli se arrodilló junto a Kenta y revisó sus heridas sin mostrar ninguna expresión en particular, mientras que Akira parecía ansioso, tratando de seguirle el paso en lo que hacía.
Araceli: estudias medicina ¿verdad?
Akira: ¡s-sí!
Araceli: no hace falta gritar, jaja.
Akira: lo siento –se coloró de vergüenza-.
Araceli: ¿cómo piensas ejercer tu carrera con ese don incontrolable que tienes?
Akira: yo... siempre quise ser doctor porque mi madre era enfermera, cuando la veía a ella o a sus colegas sabía que quería ser así, fue como entre los cuatro o cinco años que mi don comenzó a manifestarse con más fuerza y pensé que no podría hacerlo, pero Natsuki me dijo que encontraríamos la manera, que siguiera mi sueño y ella se encargaría de allanar el camino, aunque hasta el momento no hemos dado con esa solución, he tratado, pero no logro controlar mi don.
Araceli: seguro que alguna dominación tiene la cura para eso, si alguien sabe son ellos... espera, no estás emitiendo veneno.
Akira: es por un encantamiento de... ah, me distraje ¿cómo se deshace un encantamiento de brujería?
Araceli: no lo sé, aunque yo podría retroceder las cosas a cuando no habían sido afectadas, no sé cómo lo haría cualquier otro ¿quieres que vaya ahora o puedes esperar a que cure al muchacho?
Akira: ah...
Narumi: oye...
Araceli: tú deberías descansar, no te sobre esfuerces.
Narumi: estoy bien... -hablaba bajo y arrastrando la voz- ven aquí Akira.
Akira asintió y se acercó a ella, la cual le pidió que la ayudara a sentarse, él lo hizo cuidadosamente recostándola luego en una pared.
Narumi: los encantamientos que ellos hacen... ay, alteran el comportamiento natural de las cosas y... la voluntad de las personas, los más débiles se desvanecen solos, otros necesitan que la voluntad... ah, que la voluntad de la persona sea más fuerte que el encantamiento y los más poderosos deben ser contrarrestados con brebajes o preparaciones especiales.
Akira: él me arrojó uno para contener de alguna forma mi Enevina, eso...
Narumi: puedo notarlo... te arrojó un fuerte, necesitas una preparación poderosa igualmente que lo anule.
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Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)
RandomEn esta historia no se puede hablar sobre el bien y el mal de manera totalmente separada, sino sobre la mezcla de varios mundos por la apertura de la puerta al infierno desde donde las más desagradables y peligrosas criaturas vendrán a atacar a la d...