Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)

#38 La dureza del puño firme

Senshi: ¿por qué siempre haces eso?

Riof: ¿hacer qué?

Ambos estaban sentados en la sala.

Senshi: ponerme por encima de todo lo demás.

Riof: ¿aún lo preguntas? Ya sabes que estoy dispuesto a hacer lo que sea para convencerte de amarme de nuevo.

Senshi: -*suspiro*- aich, Riof...

Riof: ¿ahora qué dije?

Senshi: no dejas de mencionarla, ni siquiera un instante.

Riof: ¿a qué te refieres?

Senshi: -se puso de pie- que cada vez que siento una oleada de afecto o algo por el estilo tú dices su nombre o haces referencia a ella de algún modo.

Riof: pero yo...

Senshi: no digas nada, solo te pido que dejes de intentar conquistarme, porque tú no sientes nada por mí, a la que amas es a ella y eso... -se deprimió un poco- ...eso no es lo que quiero Riof.

Riof: Senshi...

Senshi: -se arrodilló para hablar con él- por favor, te lo ruego, -tomó la mano de Riof y la puso en su pecho- hazlo por este pobre corazón, no lo hagas sufrir más.

Riof: Senshi... yo no...

Senshi: voy a entrenar un poco afuera, puedes acompañarme si quieres –se levantó y se sacudió un poco-.

Riof: ¿por qué estás entrenando tanto desde que llegaste?

Senshi: me siento frustrada y... no sé, todo lo que está pasando comienza a asustarme, creo que si entreno hasta desmayarme podré estar más segura de todo, ¿recuerdas lo que me dijiste?

Riof: -se levantó- ¿qué?

Senshi: que soy una tonta si le temo a la idea de hacerme fuerte por temor a ya no tener excusas para no pelear, ya que los quiero mucho a todos y no quiero dejar que los maten, no permitiré tal cosa esta vez, pelearé con todas mis fuerzas.

Riof: Senshi... ¡yo...!

Senshi: ¡estaré afuera! ¡si quieres puedes quedarte a reflexionar!

Riof: - "¿por qué hace eso? ¿por qué te cierras de esa manera ante mí?"-.

En la casa de Ikki y Kail ambos estaban limpiando un poco, más que nada barriendo todo lo que estaba tirado en el piso.

¡Toc! ¡Toc! 

Kail: ...ahorita no estamos recibiendo a nadie... por favor váyase...

?: ¡¿a qué te refieres con que no están recibiendo a nadie?! ¡ábreme la puerta ahora mismo!

Kail e Ikki se sorprendieron al escuchar esa voz.

Kail: ...es...

Ikki: ...nuestro tío, pero ¿qué hace aquí? Se supone que volvería en un mes.

Kail: ...no... lo sé...

Los golpes a la puerta eran cada vez más fuertes.

Ikki: yo abriré, tú enciérrate en tu cuarto hasta que se tranquilice.

Kail se preocupó un poco, pero le hizo caso a su hermano.

Ikki inhaló hondo y abrió la puerta, pero apenas lo hizo se encontró con un puñetazo en la cara que lo hizo caer al suelo, sobre algunos vidrios y demás cosas rasposas.

?: ¿quién te crees que eres? Nada más que un fracasado.

Ikki: no sé de qué hablas, tío yo...

?: tus notas han bajado y hay reclamos de parte de la rectoría por inasistencia, porque al señor se le ocurrió que desde ahora estudiaría desde casa porque sí.